En 1975, tras el fusilamiento en España de cinco militantes del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico) y de ETA en Hoyo de Manzanares (Madrid), ocurrido en la madrugada del 27 de septiembre, se produjo una protesta mundial en el curso de la cual izquierdistas radicales atacaron la residencia del embajador de España en Lisboa, el palacio de Palhavá, una joya arquitectónica del siglo XVII. Numerosas pinturas y tapices se perdieron en el incendio provocado.

Situado en el centro de la ciudad, con un espectacular jardín, el edificio, que se restauró tres años después del suceso, acogió el pasado viernes el primer concierto del Coro de la Fundación, que se dedicó al desaparecido Juan Antonio Samaranch. La actuación sirvió de excusa para reunir a algunos de los más destacados representantes de la comunidad española en torno a los responsables de la Fundación Príncipe.

Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Príncipe desde el pasado mes de diciembre, debuta internacionalmente en Portugal como tal. Lleva varios días en el país vecino con una apretada agenda de entrevistas. Al concierto y posterior recepción en los jardines de la embajada asistieron, entre otros, Francisco de la Fuente, ex presidente de la Fundación EDP y gran amigo y conocedor de Asturias y de España; Gaspar Díaz, asturiano de Gijón y en la actualidad jefe de la consejería cultural de la Embajada, encantado de su destino en Lisboa, y Paulino Luesma, vasco, que fue gobernador civil y consejero de Trabajo en el País Vasco.