Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Los casos de menores implicados en hechos que podrían constituir un delito si su edad fuera mayor se están reduciendo en Asturias. Lo ha hecho en un 75 por ciento en los últimos cinco años, desde que en 2005 el Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia puso en marcha un programa de intervención socioeducativa para atajar y prevenir estas conductas. El año pasado el Instituto recibió 36 notificaciones de infracciones cometidas por niños entre 12 y 14 años, en 2005 la fiscalía de menores le había remitido 156. Gloria Fernández, al frente de la política de infancia del Principado, atribuye esta evolución tan favorable a ese programa, en cuyo desarrollo colaboran la asociación Trama y los ayuntamientos asturianos.

Desde su aplicación han pasado por él 60 menores, una media de 12 al año. Para algunos, explicó Fernández, el programa, que se lleva a cabao tanto en el ámbito escolar como en el familiar o en el ocio y tiempo libre, duró seis meses; para otros, un año y medio. «Es un programa individualizado, personal y de gran intensidad», subrayó la responsable de Infancia, y, agregó, tiene cómo propósito evitar la reincidencia y la cronificación de las conductas inadecuadas que pueden acabar constituyendo delitos.

De los chavales que participaron en el programa a lo largo de estos años sólo dos han reincidido, según Fernández, y a ninguno se le impusieron medidas de régimen cerrado.

Peleas entre iguales, actos vandálicos y pequeños hurtos son los hechos en los que estuvieron implicados los 36 menores infractores de los que el Instituto de Infancia tuvo noticia en 2009. Los casos de acoso escolar, según Fernández, alcanzaron su punto fuerte en el año 2005, y en los años sucesivos han ido reduciéndose. «Tuvimos situaciones de acoso que implicaban a 12 menores como agresores», recuerda.

Gloria Fernández llamó la atención sobre el bajo nivel de delincuencia juvenil en la comunidad asturiana. «No hay ningún delito de alta gravedad cometido por menores de 14 años», informó. Tampoco hay constancia, añadió Fernández, de que en Asturias se utilice a los menores para perpetrar actos delictivos, ni tampoco se sabe de ningún caso de agresión sexual entre niños.

En cuanto a su condición y origen, la inmensa mayoría de los menores infractores son españoles, varones y de toda extracción social. Sus familias sólo tienen un rasgo común, según la directora de Infancia: «Son permisivas y sobreprotectoras».

La directora del Instituto Asturiano de Infancia aprovechó la presentación de estos datos para lanzar una pulla al PP, por su defensa de la rebaja de la edad penal. «El partido que ahora hace esas reclamaciones fue el que propuso la ley actual, que aumentaba la edad penal de los 12 a los 14 años», observó Gloria Fernández.