José Luis Martín Benito, presidente de la Sociedad Urológica Asturiana, sintetiza la postura de esta entidad acerca del tratamiento del cáncer de próstata.

1. El diagnóstico del cáncer de próstata siempre es histológico, con biopsia y estudio anatomo-patológico de la misma.

2. Nunca se trata, y menos con técnicas invasivas, a un paciente que no tenga una confirmación histológica en la biopsia.

3. En Asturias no se hacen programas de cribado («screening») masivos a la población general. Sin embargo, sí que se aconseja la determinación de PSA en varones mayores de 40 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata y en aquéllos mayores de 50 años que consultan con su urólogo por tener síntomas urinarios o porque desean conocer su PSA.

4. Es importante informar adecuadamente a los pacientes que se van a realizar un PSA sobre las consecuencias que esto puede acarrear, como necesidad de biopsias, a veces repetidas, y controles sucesivos. Se ha de individualizar la indicación.

5. Tradicionalmente se discute la utilidad del diagnóstico precoz del cáncer de próstata en relación con la supervivencia. Recientemente se ha demostrado una reducción de la mortalidad específica por este tumor en poblaciones en las que se hacía cribaje con PSA.

6. Es verdad que algunos de los tumores que se diagnostican por aumento del PSA no tendrían transcendencia clínica («tumores latentes») ni afectarían a la esperanza de vida del paciente. Sin embargo, en el momento actual no tenemos medios diagnósticos suficientes para saber con certeza qué tumores van a ser agresivos y poner en peligro la supervivencia del paciente y cuáles no. Se confía en disponer, en un futuro próximo, de marcadores genéticos y moleculares que definan la agresividad del tumor y, por tanto, la necesidad de tratamientos agresivos, no exentos de secuelas.