Oviedo, P. R.

Junto al equipo del Museo - «lo que hemos conseguido ha sido tarea de todos», señala Emilio Marcos-, el director del Bellas Artes destaca la tarea del que denomina «equipo de apoyo externo». En el se incluyen numerosos nombres, la mayoría vinculados al mundo del arte pero sobresale uno, el del historiador y director honorario del Museo del Prado Alfonso Pérez Sánchez. «Hizo posible que siempre estuvieramos informados de toda obra que se moviera en España y que pudiera ser interesante para nuestra colección. También colaboraron con nosotros galerías de Asturias y de España que nos ayudaron en esta tarea, algunas veces por encima de sus legítimos intereses comerciales», afirma.

Otra de las cuestiones que siempre preocupó al director del Museo fue el acercamiento de la sociedad ovetense y asturiana a la institución. «Se ha avanzado mucho y en esto tiene mucho que ver el incremento de las actividades». Talleres pedagógicos, conferencias, conciertos de música atraen cada día a más público al museo. «El respaldo definitivo se manifestó en el día de la Noche Blanca, el pasado mes de octubre. La asistencia desbordó todas nuestras expectativas», señala.

A la hora de decidir una obra para posar, Emilio Marcos elige el retrato de Jovellanos pintado por Goya. Y lo explica así: «En la pintura española hay cuatro iconos: El Greco, Velázquez, Goya y Picasso. En el proyecto museológico que elaboramos en 1979 decíamos que había que tener en cuenta que algunas de las piezas notabilísimas del patrimonio artístico asturiano estaban en manos privadas. Era el caso del Apostolado del Greco, entonces propiedad del marqués de San Feliz, y del retrato de Goya. Ya las tenemos; Picasso se incorporó con la colección de Pedro Masaveu y sólo falta Velázquez».