El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, es partidario de prohibir el uso del burka, el velo islámico integral, en las administraciones públicas y en el trabajo. «Si voy por la calle y veo que alguien lleva una cruz, sé que esa persona es cercana a la religión cristiana. Si el símbolo de unas creencias religiosas es un pañuelo en vez de una cruz, me parece muy bien, pero otra cosa es el burka. No me imagino a una persona trabajando en nuestro mercado laboral o desarrollando una actividad pública con el burka», declaró ayer.