Oviedo, J. B.

Luz Casal dio ayer un nuevo paso en su lucha contra el cáncer de mama tras salir bien de la intervención que se le realizó en un hospital de Madrid. Después de superar la misma enfermedad en su otro seno, el lunes contó a sus seguidores desde su web, tal como hizo en la ocasión anterior, que volvía a estar afectada: «Me dirijo a vosotros para deciros que en mi última revisión me han detectado un cáncer en el otro seno; mis doctores han decidido operarme, por lo que hemos aplazado nuestras citas más inmediatas. Os informaremos lo antes posible. Sé que cuento con vuestro cariño y paciencia, estoy en buenas manos y esto es sólo una cornada de la que saldré pronto», escribió la cantante gallega, aunque criada en Asturias. «Os quiero», concluye el texto de su página en internet.

Tras un par de días de estancia en el hospital se irá a casa a descansar y prepararse para iniciar de nuevo el tratamiento que aconsejen los doctores.

Luz ya había luchado con naturalidad, entereza y valentía contra un primer cáncer de mama, que venció tras el tratamiento. Después de eso, sus fuerzas y sus ganas la devolvieron a su sitio; es decir, a lo más alto de la música. Como ella misma contaba poco después de volver a la escena, «cuando comencé a trabajar estaba dispuesta a hacer dos discos en lugar de uno». Finalmente, Luz regresó con «Vida tóxica», un claro guiño al trance que había pasado y superado. Y tras la gira de «Vida tóxica», que reanudó donde había dejado y que en Asturias tuvo un emotivo concierto en Avilés, se puso manos a la obra para comenzar a grabar las canciones de «La pasión», grabación que precisamente anunció cuando recogió el premio «Asturiana del mes» de LA NUEVA ESPAÑA. Antes ya había recibido el galardón de las Bellas Artes de manos de los Reyes de España y poco después el equivalente en Francia, que, en este caso, le fue entregado por el ministro de Cultura galo. Recientemente fue distinguida con la más alta condecoración de la Alcaldía de París y de Madrid; y esta misma semana, de su pueblo, Boimorto, donde fue nombrada hija predilecta. Uno de sus últimos acontecimientos fue el concierto que ofreció en la mítica sala Olympia de París, donde la prensa del país vecino tituló: «Luz hace temblar el Olympia».

La cantante ya sabía de su estado hace unos siete días, pero aguantó con su eterna serenidad, esa serenidad que, unida a su bella voz, tan grande la hace. Ahora frenó su calendario de conciertos momentáneamente. De todos modos, según vayan los acontecimientos, la cantante decidirá cómo reanudar sus múltiples compromisos de actuaciones, que son muchas tanto nacionales como internacionales.