Estrasburgo / Oviedo, E. G. / P. Á. / Agencias
La Unión Europea contará con un sistema común para regular los trasplantes de órganos, con el que pretende, inspirándose en el éxito de España, incrementar y mejorar este tipo de operaciones. El Pleno del Parlamento europeo aprobó ayer, con una amplísima mayoría, la directiva que creará un marco jurídico para facilitar las donaciones y trasplantes en los Veintisiete, un texto que el Gobierno español había convertido en una de las prioridades de su semestre al frente de la Unión.
Como tal lo defendió en Estrasburgo (Francia) la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien subrayó que si toda Europa logra una tasa de donantes similar a la española, cada año se salvarían 20.000 vidas en el continente. A día de hoy, la tasa de donaciones está en España en 34 por cada millón de personas, muy por encima de la media comunitaria, que se queda en 18 por millón de habitantes.
Las encuestas, sin embargo, no sitúan a los españoles como los más dispuestos a donar en Europa, por lo que los eurodiputados consideran que el alto número de trasplantes demuestra la eficacia del sistema que opera en España, según subrayó el responsable parlamentario del plan de acción que acompañará a la directiva, el socialista español Andrés Perelló.
La UE establecerá la creación de una autoridad específica competente en cada país, que será la responsable de asegurar la calidad y seguridad de los trasplantes, tal y como hace en España la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). La directiva introduce, además, unos estándares mínimos de calidad y seguridad para los trasplantes en la UE con el fin de facilitar las donaciones e impulsar el intercambio de órganos entre los estados miembros. Asimismo, deja claro que las donaciones deben ser siempre «voluntarias y no remuneradas», aunque en el caso de los órganos procedentes de personas vivas se autorizarán pagos para compensar los gastos que pueda generar la donación, como viajes, cuidado de niños o costes de recuperación.
La UE pretende acabar con el tráfico de órganos y con el «turismo de trasplantes», dando a todos los ciudadanos las mismas oportunidades para acceder a los órganos y prohibiendo cualquier tipo de publicidad en la que se demanden u oferten a cambio de dinero. Actualmente, se calcula que alrededor de 60.000 pacientes esperan en toda Europa algún tipo de trasplante y que doce de ellos mueren cada día mientras están en las listas de espera.
En Asturias, Jesús Otero, coordinador autonómico de trasplantes, mostró su satisfacción por la aprobación de la directiva. Entre otras repercusiones positivas, destacó que permitirá establecer mecanismos de control que garanticen la calidad de la actividad trasplantadora, así como un seguimiento de la misma. «Que la UE asuma nuestro modelo supone un espaldarazo al trabajo que desde hace muchos años desarrollamos en España», subrayó el doctor Otero.
