Oviedo, David ORIHUELA

Surgieron en los primeros años 70 para agradar a las jovencitas de la época, y hoy, 40 años después, siguen llenando salas. Eran dos hermanos, uno rubio y otro moreno. Ahora son uno calvo y otro canoso, pero siguen haciendo lo que más les gusta, cantar y hacerlo ante su público. «Los Pecos» siguen, y llevan 40 años haciendo música.

Ayer lo demostraron en la sala ovetense Estilo, donde sus fans disfrutaron de los clásicos de siempre y volvieron a entonar canciones como «Háblame de ti», un tema que pese a tener ya 35 años permanece en la memoria colectiva, y en las gargantas que ayer la corearon a voz en grito.

«Los Pecos» disfrutan en el escenario. Se han adaptado a los nuevos tiempos y algunos de sus clásicos han mejorado con el paso del tiempo, ya que los arreglos son ahora mucho más efectivos que en aquellos analógicos años 70. Lo que no han perdido es el tirón entre las mujeres. Javier (el rubio) y Pedro (el moreno) Herrero Pozo han apostado por seguir haciendo lo que siempre les ha gustado. Llevan muchos discos a sus espaldas y han evolucionado en sus canciones. Con el paso del tiempo las letras hacen referencia a cosas, a situaciones que les ocurren a personas de 40 años. Aunque saben que con las canciones de antaño también pueden enganchar a las nuevas generaciones, porque ellos siempre hablaron de relaciones y de amor, y eso siempre tira del filón sentimental del público.

El concierto de ayer se prolongó hasta bien entrada la madrugada. El público lo disfrutó y los protagonistas fueron los cantantes pero también los recuerdos que trajeron a la mente de muchas de las personas que estaban esperando desde bastante antes de que comenzase la sesión.

Lo que demostraron Javier y Pedro es que si se mantienen después de cuatro décadas y siguen llenando salas y logrando que el público se emocione con sus canciones es que son buenos músicos. Mantienen la pose romántica pero no olvidan que hay que hacer bien las cosas y no vale con letras cuidadas, sino que hay que acompañarlas con buena instrumentación, algo de lo que estos chicos de hace 30 años saben bastante.