Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Las áreas sanitarias de Jarrio y Arriondas son, por este orden, las que menor incidencia del cáncer registran en Asturias. En el polo opuesto, el área de Oviedo es la más castigada por los tumores. Éste es uno de los datos más relevantes del informe «Cáncer en Asturias (2001-2004», elaborado por la Consejería de Salud del Principado.

El estudio precisa que, entre los varones, las mayores tasas de cáncer se contabilizan en las áreas de Oviedo, Avilés y Cangas del Narcea, y las menores, en Jarrio, Arriondas y Gijón. Las cuencas mineras del Caudal y del Nalón presentan tasas tumorales masculinas semejantes a las globales del Principado.

En la población femenina, las áreas con mayores cifras de cáncer son las de Oviedo y la cuenca del Nalón, en tanto que las de Jarrio, Arriondas y Avilés presentan la menor incidencia. Cangas del Narcea, Gijón y la cuenca del Caudal se aproximan mucho a la media regional.

El informe de la Consejería de Salud no especifica las causas que determinan las mayores o menores tasas de cáncer en la región. Algunos especialistas aventuran que las bajas tasas de Jarrio y Arriondas pueden obedecer a estilos de vida más saludables, con mayor frecuencia de actividad física, y al bajo influjo de actividades industriales nocivas para la salud. Con todo, al tratarse de zonas poco pobladas, las conclusiones puramente estadísticas son menos fiables.

En lo cuantitativo, el estudio indica que en el Principado se contabilizaron en el cuadrienio 2001-2004 un total de 23.453 tumores malignos, el 61 por ciento en varones y el 39 por ciento en mujeres.

Las tasas de afectados por el cáncer tienden a aumentar tanto en varones como en mujeres, aunque el incremento es superior entre la población masculina. En el mencionado período, la incidencia de los tumores fue de 693,9 nuevos casos anuales por cada 100.000 habitantes en varones y de 408,9 por 100.000 en mujeres. Estas tasas se tradujeron en un promedio anual de 3.577 tumores entre la población masculina y 2.286 entre la femenina. En total, 5.863 tumores anuales en el Principado en los cuatro primeros años del siglo XXI.

En los contextos español y europeo, el informe señala que -una vez excluido el sesgo que introduce el envejecimiento de la población- las cifras de incidencia de Asturias en varones son superiores tanto a las de España como a las del conjunto del continente. Sin embargo, en mujeres, las tasas regionales son ligeramente superiores a las nacionales e inferiores a las europeas.

Como ya informó este periódico, el cáncer de próstata ya es el más frecuente entre los varones de la región, después de superar al de pulmón. Entre ambos aglutinan casi el 36 por ciento del total de tumores que se diagnostican en hombres. En mujeres, uno de cada cuatro tumores es de mama. Si se suman ambos sexos, la mayor prevalencia corresponde al cáncer de colon y recto, el tercero más frecuente en varones y el segundo en mujeres.

Algunos expertos consideran que las crecientes cifras de cáncer de próstata no obedecen a que se hayan disparado los casos reales, sino a que el diagnóstico precoz induce a aplicar tratamientos a células tumorales que, aun estando presentes en la próstata, nunca habrían llegado a convertirse en tumores.

El informe de la Consejería establece cuáles son los tumores más frecuentes en Asturias por tramos de edad. Entre los menores de 15 años, las leucemias y los tumores del sistema nervioso central son los más frecuentes, tanto en niños como en niñas.

En la franja de 15 a 34 años, entre los varones ha aumentado la frecuencia del cáncer de testículos, que ha rebasado al linfoma de Hodgkin. En el grupo de 35 a 64 años, los tipos de tumor más numerosos son los de pulmón y cabeza y cuello. En los varones de 65 a 74 años es donde se ha verificado la escalada de los tumores prostáticos frente a los pulmonares.

En el caso de las mujeres, el cáncer mama manda en todos los colectivos, salvo en el colectivo de niñas menores de 15 años y las mujeres mayores de 75 años, entre las que es más frecuente el cáncer colo-rectal.