Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Asturias es una excepción en el desalentador panorama que retrata el Observatorio Estatal de la Dependencia en su último informe. La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, que evalúa periódicamente el desarrollo y la aplicación de la ley, hizo público ayer su último diagnóstico y advierte del riesgo de «taponamiento» del sistema, con 252.822 personas sin recibir atención a pesar de tener ya su derecho reconocido y que afrontan esperas de hasta diecisiete meses. Sin embargo, Asturias, según el Observatorio, ha mejorado sus perspectivas y se ha situado entre las comunidades con «mayor grado de atención», por encima de la media nacional.

De cualquier manera, el panorama que describe el Observatorio de la Dependencia es desastroso. «Desconocemos el alcance que tendrán las medidas anunciadas por el Gobierno en materia de reducción del déficit en lo que atañe a Dependencia», plantean los autores del informe, «pero lo que está claro es que hay que rendirse ante la evidencia de la ineficacia del sistema en estos primeros tres años».

Canarias y Valencia, según el Observatorio, «ostentan el triste récord de la desatención con más de un 50 y un 60 por cierto, respectivamente, de personas que, teniendo grado y nivel suficientes para ostentar el derecho a ser atendidos, siguen a la espera del plan de atención individualizado». No obstante, reconoce que Canarias ha mejorado en este último año reduciendo el porcentaje de desatención un 25 por ciento, mientras que la situación en Valencia ha empeorado, ya que en 2009 eran poco más del 44 por ciento los dependientes sin atender.

En el extremo opuesto se sitúan Ceuta y Melilla, Castilla y León, Cantabria, Navarra y País Vasco, con más del 80 por ciento de las personas dependientes recibiendo el servicio o la prestación económica que les corresponde. En ese mismo lado de la balanza se sitúan La Rioja, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y también Asturias que, según los autores del informe, «han experimentado sensibles mejorías consiguiendo situarse por debajo de la media española, que en mayo de 2009 superaban más o menos ampliamente».

En Asturias hay 4.488 personas dependientes esperando por su plan de atención, aproximadamente un 28 por ciento de las que tienen reconocido ese derecho, y la media nacional ronda el 30 por ciento.

En cuanto a los plazos de espera, según el Observatorio, «siguen siendo elevadísimos, ya que arrojan en este momento un promedio de entre siete y catorce meses para la elaboración del plan de atención».

El Sistema de Dependencia está sometido a un continuo flujo de bajas, revisiones y entradas. El Observatorio constata que existe lo que llama «un continuo» de 120.000 personas esperando que se resuelva su solicitud, que se les declare o no «dependientes» y se determine su grado y nivel. En ese proceso, indican, se emplea una media de tres meses, que sumados a los 14 que se tarda en firmar el plan de atención en algunas comunidades, da esperas de hasta diecisiete meses.

El caso es que, tres años después de la entrada en vigor de la ley, casi 12 de cada mil españoles reciben un servicio o una prestación económica del Sistema de Dependencia. En Asturias esa tasa es del 10,6. La Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales de España, que agrupa a unos doscientos profesionales de la Dependencia -trabajadores sociales, psicólogos, abogados, sociólogos, médicos, etcétera-, alerta de lo que considera un «auténtico abuso» en las prestaciones económicas por los cuidados en el hogar. Lo atribuye a varios factores; entre otros, la insuficiente oferta de servicios, el escaso desarrollo de los servicios de proximidad -ayuda a domicilio y centros de día- y a que se trata de la salida más económica para la Administración.