Londres, Efe

El doctor Andrew Wakefield, responsable de una intensa polémica en 1998 al sugerir que podía existir un vínculo entre la vacuna triple vírica y el autismo, no podrá volver a trabajar como médico en el Reino Unido, según dispuso ayer el Consejo General Médico (GMC).

El citado organismo decidió ayer retirarle a Wakefield el registro para trabajar como médico después de que en enero pasado se concluyera -al término de la investigación a la que fue sometido- que no actuó en favor del mejor interés de los niños que participaron en su investigación, publicada en 1998 en la prestigiosa revista «The Lancet».

Según informó ayer el GMC, Wakefield actuó de manera «deshonesta», «engañosa» e «irresponsable» al vincular la triple vírica con el autismo. Asimismo, el Consejo considera que Wakefield «abusó de su posición de confianza» como médico y «desacreditó» a la profesión médica en sus estudios con niños.

El estudio, realizado entre 1996 y 1998 en el Hospital Royal Free de Londres, supuso que millones de padres se enfrentasen al dilema de vacunar o no a sus hijos con la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola).

Según la investigación sobre su actuación, Wakefield pagó cinco libras (unos 5,7 euros) a unos niños para que aportasen para su estudio una prueba de sangre durante la fiesta de cumpleaños de su hijo. También estaba acusado de actuar de forma «irresponsable» al no revelar a «The Lancet» el método utilizado para reclutar a los pacientes que fueron estudiados.