Oviedo, J. A. ARDURA

El aumento del gasto sanitario, a los niveles registrados durante la última década, pondrá en riesgo la sostenibilidad del resto de servicios públicos básicos del Principado, según advierte el informe sobre el futuro de la sanidad asturiana encargado por el Consejo Económico y Social de Asturias a Francisco Javier Elola, asesor en gestión sanitaria.

Este estudio, que fue presentado en Oviedo, concluye que el incremento de las tasas interanuales del gasto sanitario registrado en el periodo entre 2002 y 2009 es incompatible con una coyuntura económica marcada por crecimientos bajos o incluso negativos. Elola también señala en su informe que de mantenerse la tendencia del gasto sanitario en Asturias «en un escenario de crecimiento lento de la economía nacional y regional puede comprometer gravemente el resto de políticas públicas». El reto, según el autor del informe, consistirá en «controlar la tasa de crecimiento del gasto sanitario para hacerlo sostenible sin disminuir la calidad y para que esta ecuación se verifique es preciso atender a los márgenes de eficiencia y productividad que tiene el sistema sanitario público».

El sistema público de salud de Asturias ha pasado de costar 981 millones de euros en 2002 a 1.657 millones de euros en el último ejercicio cerrado, el de 2009. Es decir, el gasto sanitario en Asturias creció en ese período en un 68,9 por ciento o en un 33,25 por ciento una vez descontados los efectos de la inflación en ese plazo de tiempo. Sin embargo, el peso del gasto sanitario sobre el PIB regional se ha mantenido debido al importante crecimiento de este indicador en los tiempos de bonanza económica. Si el retroceso o el estancamiento de la economía se consolida, los recursos del Principado serán menores y el peso de la sanidad sobre el PIB regional aumentará hasta poner en peligro otros servicios públicos esenciales como la dependencia, la atención a los niños y la familia o la vivienda. El autor del estudio encargado por el CES realiza una proyección de futuro sobre el crecimiento del gasto sanitario sobre dos escenarios posibles, uno que califica de «inercial» y otro que, a su juicio, sería el deseable. Las perspectivas del primero no son nada halagüeñas, ya que se mantendría la alta tasa de crecimiento registrada durante el período 2002-2009 de tal forma que el gasto de la sanidad pública llegaría al 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB regional) y se llevaría el 53,2% del presupuesto de la administración regional. Al otro lado de la balanza, el escenario deseable pasaría porque la tasa de crecimiento del gasto bajase para mantener su actual peso sobre el PIB, que es del 7,5 por ciento, y en el presupuesto del Principado, del que actualmente el sistema de salud consume el 37 por ciento del total.