Oviedo, P. Á.

Las pérdidas que las sucesivas rebajas de los precios de los fármacos provocarán en cada botica asturiana «son iguales o superiores al coste total de un farmacéutico adjunto», afirmó ayer José Villazón, quien agregó que el salario bruto de un adjunto asciende -según el convenio vigente- a unos 30.000 euros anuales.

El presidente del Colegio de Farmacéuticos hizo hincapié en que un 13 por ciento de la facturación del Servicio de Salud del Principado (Sespa) está originado por medicamentos «ultra caros» que dejan a las boticas un beneficio «bajo» y a veces «nulo», por lo que la prestación de ese servicio es cada vez «más insostenible».

Según el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Asturias, ante los reiterados recortes, el colectivo de boticarios no prevé ir a la huelga, pero sí tiene programada una serie de medidas de presión. Con el objetivo de dar a conocer sus reivindicaciones, el Colegio de Farmacéuticos ha solicitado reuniones urgentes con los responsables de la Consejería de Salud y con los propios parlamentarios de la Junta General del Principado.