París, Luis Miguel PASCUAL

El sociólogo francés Alain Touraine declaró a la agencia «Efe», tras saberse ganador del premio de Comunicación y Humanidades, que ante la actual crisis económica es más importante que nunca escuchar a los intelectuales.

Agradecido por un premio que le da «confianza en el trabajo propio» y la seguridad de que «lo que uno hace es percibido y estudiado por otros», Touraine, que en agosto cumplirá 85 años, señala que «un premio tan prestigioso es una ayuda muy fuerte en un período tan avanzado de mi vida». El sociólogo publicará en septiembre un nuevo ensayo, titulado «Después de la crisis».

Precisamente la forma en que la sociedad afronta estos momentos turbulentos ocupa buena parte de sus actuales pensamientos. «Los sociólogos, los economistas, los historiadores, debemos indicar dónde están los problemas, para poder encontrar las soluciones. Pero para eso es preciso que nos escuchen», comentó el pensador, que reprocha a la clase política actual estar cerrada a las soluciones que demanda la sociedad.

«Si hablan un lenguaje antiguo, no hay comunicación. La culpable es la cerrazón de los políticos en un lenguaje y en un marco de pensamiento que tiene cincuenta años». La verdadera revolución, para Touraine, pasa por la inversión en el conocimiento, aspecto en el que «Europa tiene mucho retraso con Estados Unidos», lo que explica que la crisis sea muy superior en el Viejo Continente. Touraine dice que a España la está golpeando más la crisis que a sus vecinos porque no ha hecho el esfuerzo necesario en el progreso de su conocimiento.

Si a comienzos de los años ochenta, cuando Mitterrand se convertía en el primer presidente socialista de Francia, Touraine proclamaba «el socialismo ha muerto», el sociólogo mantiene su pesimismo sobre la evolución de la izquierda. «La socialdemocracia está muriéndose como murió el comunismo hace treinta años. No percibo una visión profunda de los problemas». Touraine calificó de «escandalosa y peligrosa» la persecución que, según él, vive el juez Baltasar Garzón por parte de «grupos de extremistas y nostálgicos del franquismo. Hay que defender a Garzón». Casado con una chilena, Touraine sabe mucho de América Latina, «un continente en crecimiento» al que ve «mejor que Europa».