Oviedo, Eduardo GARCÍA

Europeos, octogenarios, intelectuales, progresistas, teóricos de la globalización, autores de éxito, sociólogos comprometidos... El francés Alain Touraine y el británico nacido en Polonia y de origen judío, Zygmunt Bauman tienen en cierto modo vidas paralelas -hasta los dos nacieron el mismo año, 1925- y ese paralelismo se consolidó ayer, cuando se les otorgó al alimón el premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades por su visión valiente de lo contemporáneo y por haber sido capaces de interpretar el mundo que les ha tocado vivir «y de permitirnos entendernos a nosotros mismos» en palabras de Iglesias Prada, uno de los miembros del jurado, que concedió el galardón por amplio consenso.

Un premio que en ambos casos llega quizá con retraso. Touraine, muy ligado a la realidad latinoamericana, y Bauman, profesor emérito de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, están considerados dos de los máximos exponentes del pensamiento europeo actual. Y lo han hecho pisando el terreno: los movimientos antiglobalización, los alzamientos militares en Iberoamérica, el capitalismo a ultranza, el mundo del trabajo y las sociedades posindustriales... Cada uno de ellos tiene obras cumbre de referencia. La de Bauman es, sin duda, «La modernidad líquida», una crítica feroz y razonada al capitalismo voraz. Las de Touraine, obras como «Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy» o «Sociología de la acción».

A pesar de su avanzada edad, ambos están en activo, y con todas las consecuencias. Este mismo año salió «Mundo consumo», el último libro, por ahora, de Bauman, y el año pasado fue editado lo último de Touraine: «La mirada social».

Las primeras reacciones de los galardonados llegaron desde París y Leeds. Touraine reconoció que encuentra en el mundo hispánico «las orientaciones básicas del trabajo de toda mi vida», mientras que Bauman elogió a los lectores de habla hispana «particularmente inquisitivos, incisivos, creativos y críticos».

Los Príncipes de Asturias destacaron la «permanente defensa de la libertad y la democracia» de Alain Touraine y la «excelencia de la obra» de Zygmunt Bauman. Don Felipe y doña Letizia felicitaron en un comunicado a los dos sociólogos. Don Felipe señaló de Alain Touraine que el jurado ha valorado su extraordinario análisis de la sociedad posindustrial de los movimientos sociales del siglo XX, con especial atención al ámbito iberoamericano.

El Príncipe de Asturias señaló de Zygmunt Bauman que el jurado ha considerado la excelencia de su obra, con aportaciones decisivas para la comprensión de cuestiones fundamentales de la sociedad contemporánea a la condición humana. Bauman, por cierto, es autor de un polémico libro, «Modernidad y Holocausto», en el que define el exterminio de judíos por el régimen nazi como un fenómeno relacionado con el desarrollo de la modernidad.

Touraine y Bauman, dos «luminarias del pensamiento europeo» a juicio del secretario del jurado, Juan Luis Iglesias Parada, fueron presentados por el ex rector de la Complutense Rafael Pujol, quien aseguró que los premiados «son portadores de una cultura humanística profunda e influyentes en los ámbitos donde han desarrollado su trabajo».

A su juicio, los trabajos de Touraine sobre la sociedad posindustrial y los de Bauman sobre la «sociedad líquida» han supuesto «aportaciones decisivas a las ciencias sociales». Pujol los definió así: «vidas paralelas que suman excelencia».