Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
El Hospital Central de Asturias tiene previsto cubrir en los próximos meses unas veinticinco jefaturas por el procedimiento de libre designación y con una vigencia de cuatro años, prorrogables o no en función de los resultados.
Fuentes del complejo hospitalario indicaron ayer que la voluntad de los responsables del centro es sacar a concurso -antes de que concluya 2010- siete puestos de directores de las nuevas áreas y unidades de gestión clínica, figura que en la futura estructura de la sanidad asturiana liderará las grandes líneas asistenciales y organizativas. Asimismo, y en un período más inconcreto, se convocarán en torno a siete jefaturas de servicio y alrededor de una decena de jefaturas de sección.
En el Hospital Central existe un notable volumen de jefaturas que o bien están sin cubrir o bien están cubiertas de forma provisional. En su mayoría son el resultado de las jubilaciones de sus anteriores propietarios. Desde el pasado mes de diciembre el ritmo de jubilaciones se ha acelerado como consecuencia de la normativa que obliga a todos los profesionales sanitarios a retirarse al cumplir 65 años.
El nuevo sistema de provisión de jefaturas en los hospitales ha generado una considerable polémica. Se deriva del plan de ordenación de recursos humanos aprobado en noviembre de 2009. El modelo impulsado por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) se basa en la libre designación (previa convocatoria pública), la temporalidad del nombramiento y la exigencia de dedicación exclusiva.
Tanto el Colegio de Médicos de Asturias como el Sindicato Médico (SIMPA) han anunciado que llevarán a los tribunales este procedimiento. Ambas organizaciones argumentan que el recurso indiscriminado al sistema de libre designación implica «un retroceso a épocas preconstitucionales» y añaden que supone implantar criterios que ya han sido aplicados por el Gobierno asturiano en otras consejerías y posteriormente tumbados por los jueces.
Desde la Administración sanitaria se defiende la validez de «un proceso de selección basado en la evaluación del currículum profesional y un proyecto técnico relacionado con la gestión de la unidad asistencial». Con este método, los responsables del Sespa ven factible la selección para las jefaturas de servicio y de sección, así como para las jefaturas de unidad de carácter asistencial, de «personal implicado en la gestión, con capacidad de liderazgo y que sepa adaptar el funcionamiento del servicio a las nuevas necesidades, fomentando la introducción de nuevas técnicas, a la par que la gestión eficiente de los recursos».
La implantación de la temporalidad supondrá -al menos sobre el papel- el adiós a la tradicional figura del jefe vitalicio.
Las fuentes del Hospital Central consultadas por este periódico no precisaron la relación de las siete unidades y áreas de gestión cuyas direcciones se aspira a cubrir en lo que queda de año. Sin embargo, sí concretaron algunas de las jefaturas de servicio y de sección que han de ser convocadas en los próximos meses. Entre las de servicio figuran las correspondientes a radiodiagnóstico, hematología, cardiología, cirugía cardiaca, rehabilitación, neurofisiología y neurocirugía. Entre las jefaturas de sección, están pendientes de cobertura definitiva alrededor de una decena.
