Gijón, Eduardo G. SALUEÑA

La crisis se hace notar en todos los aspectos de la vida cotidiana. Las propuestas culturales y artísticas lo sufren, generalmente, en silencio, con abundantes recortes presupuestarios, acotaciones en sus planteamientos estéticos o incluso cancelaciones en su programación. El Festival de Música Antigua de Gijón no permanece ajeno a esta coyuntura, viendo mermadas sus jornadas en cuanto a días y actividades, pero sin restar un ápice su ilusión y trabajo. A fin de cuentas se habla de una cita más que consolidada (con esta entrega cumple sus 13 años de vida), única en el Principado por su temática y convocatoria internacional, que recientemente ha visto crecer a su hermano menor, la Academia de Música Antigua, una suerte de complemento a la programación del festival durante los meses previos en forma de módulos de actividades y conciertos.

Su director, Carlos González, reflexiona acerca de los desastres que afectan al mundo desde los últimos años, asumiéndolo como línea temática y ligándolo al carácter apocalíptico del número 13. «Crisis, cambio climático, catástrofes humanitarias, inundaciones, terremotos, volcanes, terrorismo, guerras... los tiempos parecen adecuarse a la numeración de nuestro festival 2010. [...] Guerras crueles, amores contrariados, diásporas, esclavitud, muerte, temas que las músicas renacentistas y barrocas tratan frecuentemente, a menudo con gran fuerza y belleza», sentencia González.

Como viene siendo la habitual moneda de cambio en la organización del festival, se busca el enriquecimiento cultural y la variedad en los planteamientos metodológicos. Uno de los platos fuertes son las muestras artesanales de la construcción de instrumentos antiguos, un arte muy desconocido que es toda una filosofía de vida.

Además, la tradicional exposición de instrumentos coordinada por el polifacético músico y estudioso Luis Delgado que recae en el Centro Cultural Antiguo Instituto Jovellanos de Gijón, fija su punto de mira en el patrimonio portugués.

Los cursos que se ofrecen este año abarcan desde la interpretación en la cuerda pulsada o la viola de gamba (contando con los maestros Eduardo Egüez y Fahmi Alqhai, respectivamente) hasta aspectos relacionados con la acústica musical y el estudio de las vibraciones en los instrumentos de cuerda (conducido por Miguel Fernández, compositor de música electroacústica y profesor de acústica y organología en el CONSMUPA) o un acercamiento teórico-práctico al período del Seicento italiano, cuarto módulo de la citada Academia de Música Antigua, coordinada por el ensemble Forma Antiqva (conformado por los hermanos Aarón, Daniel y Pablo Zapico, destacados y reconocidos intérpretes de música antigua).

Por último, los conciertos ofrecidos dentro de este marco vuelven a apostar por la diversidad de escenarios gijoneses y por la alternancia entre géneros instrumentales y vocales. El concierto de inauguración, a cargo de la agrupación Academia del Piaccere, tendrá lugar en la iglesia de Laboral Ciudad de la Cultura el domingo 18 a partir de las 20 horas. A la misma hora y en el mismo escenario, el miércoles 21 Forma Antiqva ofrecerán un concierto con piezas de los siglos XVI y XVII. Previamente, el mismo miércoles tendrá lugar, a las 18 horas, la audición -en abierto- de los alumnos del curso, en el CCAI. Lunes 19 y Martes 20, a partir de las 20 horas, el Centro Municipal Integrado Gijón Sur acogerá dos recitales a cargo de la sevillana Orquesta Barroca Cristóbal de Morales (interpretando La serva padrona, ópera buffa de Pergolesi) y de los portugueses Sete Lagrimas (especializados en el repertorio colonial portugués), respectivamente. El quinteto vocal Quinta Essencia, dirigido por Elena Ruiz, actuará el viernes 23 en la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, a partir de las 20 horas. En el teatro Jovellanos se podrá asistir al espectáculo Dança da Morte, co-producción hispano-portuguesa a cargo de Nao D'amores (dirigido por Ana Zamora) y el Teatro da Cornucópia (que contará con la colaboración del actor Luis Miguel Cintra) que aúna la interpretación, el teatro de títeres y la música en directo (jueves 22 a las 20.30 horas), al igual que al recital Memoria de un esclavo, un estreno absoluto en Gijón a cargo del Ensemble la Cimera (dirigido por el laudista y guitarrista Eduardo Egüez), y que recoge esencias de la música caribeña y africana, fusionado con el espíritu renacentista y barroco (sábado 24 a las 20.30 horas).