Gijón, P. T.

La estética del líder de «Placebo» nunca ha pasado desapercibida. Brian Molko (Bruselas, 1972) es un hombre carismático, que reúne las condiciones para ser líder de un grupo de rock alternativo y entre ellas se incluye la extravagancia.

Cuando tenía 11 años y aún vivía en Luxemburgo participaba activamente en grupos de teatro y en actividades de la iglesia. Sin embargo, tres años después, la separación de sus padres cambió su vida y sus creencias religiosas se desvanecieron. Comenzó a forjarse entonces el Molko más provocador.

Seguramente influenciado por la estética del glam rock, el artista belga adquirió un look andrógino. Su infancia en un ambiente familiar conservador, con un padre banquero y una madre profundamente religiosa, quedaba ya muy atrás. Sus letras, políticamente incorrectas, comenzaron a tratar temas como la autodestrucción, las drogas y la homosexualidad. «Placebo» se erigió entonces como un grupo provocador. En 2004 su videoclip de la canción «Protège-Moi» fue censurado y calificado de pornográfico por la explicitud de sus imágenes. Si bien, en los últimos años la banda londinense ha atenuado su estilo tan provocativo.