Oviedo

El próximo robot que la NASA enviará a Marte, denominado «Curiosity», será un auténtico laboratorio rodante, de gran tamaño y cargado de instrumentos científicos. El objetivo será conocer si el Planeta Rojo fue alguna vez habitable. El laboratorio espacial norteamericano tiene previsto lanzarlo en noviembre de 2011 y su llegada a Marte está prevista para agosto de 2012. La estación meteorológica que llevará, un instrumento de menos de un kilo y medio, se ha diseñado y fabricado en España, según informaba ayer el diario «El País».

La estación española se llama «Rems» y medirá la humedad relativa, la presión, la temperatura del aire, la temperatura del suelo, la velocidad y dirección del viento y la radiación ultravioleta, según explica Javier Gómez Elvira, ingeniero del Centro de Astrobiología (CAB), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el INTA, ubicado en Torrejón de Ardoz (Madrid) y la empresa espacial Crisa. La Universidad Politécnica de Cataluña hizo aportaciones al diseño español y la empresa Eads-casa fabricó la antena de comunicación del vehículo.

El coste de la misión del nuevo laboratorio de la NASA ronda los 2.000 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) y el de «Rems» es de unos 10 millones. La misión estaba diseñada para partir en 2009, pero los problemas surgidos con unos rodamientos que no funcionaban bien a 50 grados bajo cero obligaron a retrasarla, según explica Gómez Elvira. La estación meteorológica española ya está en un laboratorio de California.

Con seis ruedas y un generador radiactivo para suministrar toda la energía que necesita, el robot «Curiosity» tendrá una capacidad de exploración científica muy superior a cualquier misión anterior en el suelo del Planeta Rojo. El vehículo, según Álvaro Giménez, no está diseñado para buscar vida.

Una decena de sus instrumentos (la mayoría de la NASA, pero con colaboraciones de Canadá, Rusia, Alemania, Francia y España) tomará datos de los minerales, su composición y cantidad, la atmósfera, la meteorología y la radiación en la superficie. El plan es que el robot funcione al menos un año marciano (dos años terrestres) y, con su capacidad de avanzar 200 metros diarios, puede explorar mucho territorio.

El «Curiosity» mide 2,7 metros de largo y pesa 900 kilogramos.