Oviedo, E. F.-P.

El anteproyecto de ley de Salud Pública restringirá los chequeos y las pruebas de detección precoz de enfermedades. La Comisión de Salud Pública, según adelantaba esta semana el periódico «El País», emitirá un listado con las pruebas recomendables para cada franja de edad y población y con las que se desaconsejan. En Asturias, el presidente del Sindicato Médico (Simpa), Antonio Matador, defiende la detección precoz como «un pilar de la medicina» y asegura que no se realizan más pruebas que «las imprescindibles».

Matador niega que se hagan pruebas de diagnóstico precoz indiscriminadamente. «Se hacen a petición del médico y a gente que tiene una patología o toma medicación, para su seguimiento», indica. Otra cosa son las campañas puntuales para la detección de ciertas enfermedades, como el cáncer, a las que se somete, voluntariamente, a determinados grupos de población. El representante de los médicos asturianos también las defiende porque, dice, «se detectan muchas enfermedades» y «la detección precoz es lo mejor» para el paciente.

En su opinión, a la espera de que el anteproyecto de la futura ley de Salud Pública se concrete, el Ministerio de Sanidad está «lanzando globos sonda», ya sea la reducción de los chequeos o el copago de los medicamentos, y distrayendo a la población de los recortes que ya son efectivos en la sanidad pública y que repercuten en la calidad del servicios que reciben los usuarios. «El recorte este año ha sido brutal, en sueldo y en sustituciones», afirma. Los salarios se han rebajado hasta un 12 por ciento en carrera profesional y desde hace un año se han suprimido el 20 por ciento de las sustituciones, según Matador, con el incremento que eso supone en las listas de espera.

El anteproyecto de ley, según la información publicada en el rotativo madrileño, prevé la revisión de todas las pruebas de detección precoz para determinar su eficacia y cuándo deben realizarse. Las autoridades sanitarias podrán ordenar la suspensión de las que se consideren no fundamentadas científicamente. Y la regulación no se limitará al ámbito de lo público, también se regularán los cribados en la sanidad privada. El anteproyecto de ley, que el Ejecutivo tenía intención de presentar antes del verano, está en período de alegaciones y seguirá los trámites ordinarios, pasando por Consejo de Estado, Consejo de Ministros y el Congreso de los Diputados.