Avilés, Rubén SAMANIEGO

Woody Allen se despidió del Principado con una cena con genuino sabor asturiano. Poco después de presentar en Avilés el estreno de la película «Conocerás al hombre de tus sueños», Allen probó uno de los platos más típicos de la Villa del Adelantado: la longaniza avilesina.

«Gracias, gracias, gracias», se limitaba a decir el director neoyorquino a su salida del restaurante Casa Tataguyo, en el parque del Carbayedo. Decenas de personas se agolpaban en el parque, al olor de los coches oficiales, aparcados a las puertas del centenario restaurante avilesino, reclamo para admiradores que escapaban del calor de una noche tremenda de verano.

«Es un hombre bastante cortado, no exterioriza lo que siente, pero es una persona muy entrañable», explicó Juan Rivero, propietario de este restaurante avilesino, que tuvo la oportunidad de servir la mesa del cineasta neoyorquino. «El menú fue algo sencillo, nada muy elaborado», manifestó Rivero. El neoyorquino tomó de primero unos aperitivos: jamón, longaniza y croquetas de la casa. En cuanto al segundo plato, disfrutó de rollo de bonito, plato típico asturiano. Y de postre, ni de casadielles, ni arroz con leche. «A Allen le apasiona el chocolate», indicó Rivero. Así que para terminar la cena optó por una tarta de chocolate. Y, luego, insistió en más cacao: se tomó una taza de chocolate caliente.

La cena de «cine» estuvo bañada por caldos de la Ribera del Duero, en concreto un Crianza de 2004 de la bodega de Antonio Banderas, Anta-Banderas, que adquirió recientemente en la provincia burgalesa. «Aunque Banderas no estuvo presente, creo que era la elección ideal, ya que es uno de los actores de la película», esgrimió Rivero. El cineasta norteamericano probó un poco de este vino.

«No es la primera ocasión que Woody visita mi restaurante, se trata de la tercera vez», recordó el hostelero avilesino.

La mesa en la que Allen disfrutó del manjar asturiano estaba formada por 14 personas. «Allí estaba acompañado de su mujer (Soon-Yi Previn)», aclaró el hostelero. También asistieron a la cena representantes del Niemeyer, como Natalio Grueso, y Joan Picanyol; de la productora de la película, como Jaume Roures, o la periodista de televisión Inés Ballester.

«Le encantó», éstas son las palabras con las que concluye Rivero, después que la estrella más mirada en los últimos días en Asturias pasase por su restaurante del Carbayedo. Hasta la mesa del director de Nueva York se intentó acercar algún que otro fan para conseguir la firma de Woody Allen, aunque no pudo ser posible. Su séquito abrió camino al director, que embarcó en su Mercedes para volver a su hotel de Oviedo: la Reconquista.