Oviedo, J. B.

Eric Clapton miró en sus últimas producciones a su pasado y homenajeó a quienes influenciaron su música o a quienes les cogió «prestadas» canciones que luego hizo muy célebres. Ahora hace guiños parecidos con su nuevo trabajo titulado «Clapton», que estará en la calle (en la red estará antes, se supone) el 28 de septiembre. El equipo de colaboradores es gran reserva: hay maestros del jazz, del sonido New Orleans, del pop/rock norteamericano, de la vieja guardia británica y de uno de sus grandes maestros, J. J. Cale. La lista de «ayudantes» incluye también a Sheril Crowe, Marsalis, Steve Winwood y Allen Toussaint.

Con J. J. Cale ya tuvo varios encuentros y reencuentros. Lo más próximo fue un disco editado a medias con el que Mano Lenta cumplió una de sus viejas aspiraciones: reunirse y trabajar con el músico que le proporcionó canciones y del que hizo muy populares composiciones como «After Midnight» y «Cocaine». Piezas que, con el paso del tiempo, quedaron más identificadas a Clapton que al propio J. J. Cale. Aquella aventura fue bautizada como «The Road To Escondido» e incluía temas tan de la «cuerda» de ambos como «Rider the river» o «Dancer». Además, en este disco se evoca a otros históricos de la escena y, como suele ser habitual en esta pareja, el compositor de casi todo había sido J. J. Cale. También celebró Clapton ampliamente al maestro del blues Robert Johnson en «M. and Mr. Robert Johnson» y «Session for Robert J».

En esta nueva aventura el guitarrista británico va por un camino en el que se encuentra muy a gusto: versiones y, una vez más, navega y agradece sus influencias, la mayoría de ellas recogidas del blues norteamericano desde que estuvo al lado de John Mayall en la década de los sesenta. Por lo que en «Clapton» aparecen adaptaciones de ese género, del country, y un pequeño recorrido por el folk. Súmese un par de originales. Como explica Clapton en la información facilitada por la compañía Warner, «este disco no es lo que en un principio habíamos pensado». Y añade: «De hecho, es mejor, porque simplemente dejé que las cosas pasaran». Con esta nueva entrega, Eric Clapton completa un abanico de homenajes que le han ocupado los últimos años y que, por otra parte, lo alejaron de la escena pop (que le dio buenas ventas de discos en los años noventa) para devolverlo precisamente a su mejor versión.