Oviedo, E. F.-P.

El primer día de curso en Asturias transcurrió tranquilamente y sin incidencias reseñables. El modesto compromiso que el consejero de Educación adquirió publicamente el día que presentó los datos de este curso, que ningún niño se quedara sin profesor, se cumplió, pero eso no satisface a los sindicatos. Ayer, mientras Herminio Sastre oficiaba la inauguración del curso en Luarca, sus representantes volvían a concentrarse ante la Consejería, intentando forzar la revisión de las adjudicaciones de las plazas de interinos. En la reivindicación, con el curso ya empezado y los contratos de trabajo firmados, están cada vez más solos.

Este año, la Consejería «ni siquiera ha tenido la deferencia de invitar a los representantes sindicales a la inauguración del curso», se quejaba el secretario general de ANPE, Gumersindo Rodríguez. «El Consejero está desaparecido y ha comenzado el curso dando la espalda al profesorado», denuncia.

«Este curso puede suponer el comienzo del desmantelamiento del sistema público de la enseñanza en Asturias», alertaba Suatea. Sus representantes explican que el Principado ha recortado en profesorado de apoyo y el que se encargaba de los servicios de orientación, lo que repercutirá en los niños con dificultades de aprendizaje o con necesidades especiales.

«A día de hoy lo único que le interesa a la Consejería es que comience el curso, no cómo comienza», observó Enrique López, portavoz de la federación de enseñanza de CC OO, que teme que los problemas se van a hacer patentes a medida que avancen las clases.

«Esperemos que el recorte no haya afectado en nada a la atención que reciben los niños», confiaba Daniel Rodríguez, secretario general de enseñanza de UGT, que mantiene que «la crisis no es una disculpa» para hacer lo contrario. «Es bueno que el profesorado esté contento con su puesto de trabajo», sostiene Rodríguez, así que el sindicato ofrece asesoramiento jurídico para aquellos interinos que quieran reclamar daños y perjuicios por el discutible sistema de adjudicaciones. Además, UGT cree que ha llegado el momento de «dar vuelta atrás» y «devolver sus competencias a la Consejería de Educación».

CSIF, la Corriente Sindical Independiente de Funcionarios, acusa directamente al presidente del Principado de engañar al profesorado, ya que aseguró que con el ajuste salarial no sería necesario suprimir plazas de interinos, lo que evidentemente no ha sido así.