Cuenca, OTR / PRESS

«Pepito», el dinosaurio con joroba descubierto en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), ya tiene casa: el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha. Este «Concavenator corcovatus» («el cazador jorobado de Cuenca»), un dinosaurio carnívoro del Cretácico Inferior de esqueleto articulado, fue presentado ayer, en un acto que sirvió de marco al anuncio de las intenciones del Ministerio de Ciencia y de la comunidad autónoma de construir un centro paleontológico en la provincia de Cuenca.

El ejemplar mide seis metros de alto y podría tener más de 125 millones de años, tal y como expuso en la presentación Francisco Ortega, investigador del departamento de Física Matemática y de Fluidos de la Facultad de Ciencias de la UNED y autor del estudio publicado en la revista «Nature». Se trata del dinosaurio más completo hallado hasta ahora en la península Ibérica. Descubierto hace siete años, desde hace tiempo se trabajaba en su restauración.

A juicio de Ortega, el ejemplar se conserva de forma «exquisita» gracias a las características del yacimiento de Las Hoyas. «Está preservado entero, tiene restos de impresiones de cómo era su piel, tiene impresiones de elementos musculares, una serie de detalles que no son habituales en los dinosaurios que conocemos», indicó el experto.

Ortega precisó que en los restos se aprecian, entre otros elementos, la estructura de las escamas de la pata, la columna vertebral, las costillas, la caja torácica, el cráneo e incluso los restos de su última comida. Todo esto ha permitido «aportar una serie de ideas que modifican lo que ya sabíamos de otros grupos de dinosaurios y del grupo al que él pertenece». El catedrático destacó que se ha podido identificar en sus brazos unas estructuras que constituyen un estadio ancestral de las plumas, unas estructuras que «ya tienen las aves modernas». Según Ortega, con este hallazgo se agrega más información a la relación dinosaurios-aves y se alimenta la idea de que «las aves son el grupo de dinosaurios que sobrevivió a la extinción».

De otra parte, el investigador hizo hincapié en la joroba del «Concavenator corcovatus» y señaló que «dos de las vértebras del dinosaurio, delante de la pelvis, se proyectan hacia arriba generando una elevación del contorno del animal que no conocíamos en ningún otro dinosaurio». Aunque no está determinada la utilidad de la misma, se piensa que podría funcionar como reserva de grasa, elemento de comunicación entre animales de la misma especie o tener otras funciones, aunque las típicas -indicó Ortega- son de termorregulación, para aumentar la superficie corporal del animal.

Enfatizó el responsable de la investigación que este hallazgo ha permitido reconstruir la historia del grupo de dinosaurios al que pertenece: los «Carcharodontosaurus». «Siempre se había pensado que eran formas gigantescas típicas de América del Sur y ahora sabemos gracias a "Pepito" que los "tiranosaurios del Sur" tuvieron su origen, sus antecedentes, en Europa, y "Pepito" es uno de ellos».

Otro de los responsables del estudio, José Luis Sanz, incidió en la riqueza paleontológica de la provincia conquense con los yacimientos de Lo Hueco, Las Hoyas y Portilla. «Este triángulo de oro de los dinosaurios en Cuenca supone un reto muy importante para la investigación», señaló.

Por otra parte, y con motivo de la presentación, el secretario de Estado de Investigación, Felipe Pétriz, y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, anunciaron que tienen un proyecto para construir un centro paleontológico en la provincia de Cuenca.