Oviedo, M. S. MARQUÉS

Un guerrero de Xi'an como los que protegían hace más de dos mil años al primer emperador que unificó China custodiará estos días la plaza de la Escandalera de Oviedo. La figura, de 1,82 metros de altura, es una réplica de un guerrero original de los más de ocho mil desenterrados junto al mausoleo del emperador. El museo chino ha querido agradecer con este obsequio la concesión del premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales.

El hallazgo del ejército de terracota que guardaba la tumba del emperador Qin (221-206 a. C.) cerca de la antigua ciudad de Xi'an sorprendió al mundo por la envergadura del complejo monumental. Pronto se supo que se trataba de un yacimiento de dimensiones titánicas, algo tan sólo comparable con el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamon en Egipto.

Durante los primeros años los arqueólogos no daban crédito al volumen de materiales que iban saliendo a la luz. Las excavaciones iniciadas en 1974 dejaron al descubierto una primera fosa con forma de cámara subterránea rectangular de 210 metros de largo por 60 de ancho en cuyos once pasillos de tres metros de anchura se encontraron alrededor de 6.000 estatuas de guerreros, carros y caballos de terracota, lo que convertía el hallazgo en una fuente de información extraordinaria sobre la civilización china.

Los materiales se incrementaron con los años hasta alcanzar varias cámaras y un total de 8.000 figuras. Todo ello forma parte del impresionante túmulo sepulcral del emperador Qin. Además de los guerreros, realizados a tamaño natural, se han rescatado otros 10.000 objetos que formaban parte del equipamiento de los soldados. El material es tan abundante que ha convertido el proyecto en una de las hazañas más colosales de la arqueología mundial.

Tras 36 años de trabajo, el pasado año se encontraron otros 120 guerreros entre los que destaca la figura de un general de mayor tamaño situado en el centro de la zanja junto a los restos de un carro. Las sorpresas son continuas en la zona, donde un equipo de veinte personas dirigido por Xu Weihong, se afana en extraer los restos de lo que fue un grandioso complejo funerario.

Xu llega hoy a Oviedo, acompañada de Cao Wei, subdirector del Museo de los Guerreros de Xi'an y de Zhang Weixing, miembro del equipo arqueológico, para recoger el viernes el premio en el teatro Campoamor. Según declaró recientemente a la agencia «Efe», ésta es la primera vez que su equipo recibe un reconocimiento internacional. La directora también añadió que durante la campaña actual además de guerreros se han encontrado «funcionarios del gobierno, guardas, acróbatas, actores y distintos animales». Xu señaló que la abundancia de materiales responde a la gran ambición del emperador Qin, cuyo ejército era el más potente de todos los reinos existentes en ese momento. «Las figuras están reproducidas con un gran realismo, son copias de personas y animales reales, con sus arrugas y sus adornos».

Xu Weihong empezó a trabajar hace veinte años en el museo de Xian y hoy dirige el equipo de arqueólogas (todas mujeres) que continúa desenterrando el pasado de China. Afirma que los hombres y las mujeres tienen diferentes perspectivas a la hora de abordar el trabajo: «los hombres se fijan más en los colores y en las armas, mientras que las mujeres prestan atención a los tejidos, la indumentaria y los adornos».