Oviedo,

Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Los alumnos sordos que estudian en institutos y centros de Secundaria del Principado ya no disponen de intérpretes de lengua de signos. El contrato de los trabajadores que desempeñan esta tarea concluyó el pasado 31 de octubre y ayer los niños se reincorporaron a las aulas sin disponer de su ayuda para comprender las materias que se les explica en el aula.

En esa situación están desde ayer alumnos de ESO, FP y enseñanzas profesionales no regladas. La Dirección General de Políticas Educativas y Ordenación Académica distribuyó los intérpretes de lengua de signos para este curso por los institutos Doctor Fleming, Monte Naranco, el Colegio La Gesta y la Escuela de Arte en Oviedo, el Instituto de Secundaria nº 5 de Avilés, el Jovellanos en Gijón, El Batán en Mieres, el Santa Bárbara en La Felguera y el Elisa y Luis Villamil de Vegadeo. Cada centro disponía, hasta ahora, de un intérprete, excepto el Instituto Fleming, que contaba con tres.

La madre de uno de los alumnos afectados por la supresión de este recurso de integración, Olvido García, asegura que ésta no es la primera vez que los niños se quedan sin intérprete. Desde que su hijo llegó a la ESO hace dos años se queja, esa situación se ha repetido varias veces. Sin ir más lejos, cuenta, en mayo del año pasado, en vísperas de los exámenes finales, se extinguió el contrato de los intérpretes y los centros no dispusieron de ellos durante varios días. Añade que el servicio es insuficiente y que los intérpretes, que ponen toda su buena voluntad en atender a los niños, no pueden cubrir las necesidades de todos los alumnos a su cuidado.

La Dirección General de Políticas Educativas, en un documento firmado por la jefa de servicio de Alumnado el pasado mes de septiembre, participación y orientación educativa, admite que «todos los años surgen problemas económicos para hacer frente al pago de los intérpretes». Ayer, fuentes de la Consejería de Educación confirmaron que el contrato de los intérpretes acabó el pasado viernes y aseguraron que están intentando agilizar los trámites para subsanar el problema.

La Consejería había adjudicado a la Federación de Personas Sordas del Principado (FESOPRAS), a través de un contrato de libre concurrencia, este servicio, especificando que «será esta entidad la única responsable de todo el servicio de intérpretes de signos y de cubrir cualquier imprevisto».

Educación propuso a la Consejería de Administraciones Públicas antes de que empezara el curso que creara una bolsa de empleo «como solución definitiva».