Oviedo, M. S. MARQUÉS

El Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) podría cambiar de nombre si prospera la propuesta, presentada para su debate en la junta permanente de la institución por el grupo parlamentario de Izquierda Unida-Los Verdes a través del representante de la Junta General. La iniciativa cuenta con el apoyo del profesor de Historia Contemporánea David Ruiz.

La propuesta pretende recuperar el nombre original de Centro de Estudios Asturianos (CEA) con el que, según los defensores de la iniciativa, nació lo que hoy conocemos como RIDEA. A su juicio, «la idea de constituir el CEA surgió a finales de 1918 entre un reducido grupo de personas encabezadas por Fermín Canella, rector de la Universidad de Oviedo, que fueron los que le dieron el nombre».

El Centro de Estudios Asturianos se constituyó en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo a finales de 1920 y fue inaugurado el 20 de septiembre de 1921. Al llamamiento realizado «a los asturianos de cerebro y corazón, persuadidos de que los pueblos no deben morir y Asturias los necesitaba» respondieron casi un centenar de defensores de la cultura y la ciencia de la región. Entre ellos, además de Fermín Canella -rector de la Universidad de Oviedo en un momento de gran esplendor- que fue nombrado presidente honorario, formaron parte de aquel proyecto Aurelio de Llano, Juan Uría, Nicolás Soria, José Serrano, Víctor Hevia, Benito Álvarez Buylla, Leopoldo Alas Argüelles, Manuel Rico Avello, Julián Clavería y Ramón de las Alas Pumariño, entre otros.

El Centro de Estudios Asturianos y las actividades que desarrolló desaparecieron al estallar la Guerra Civil, conflicto que costaría la vida de algunos de sus miembros, como fue el caso del entonces rector de la Universidad, Leopoldo Alas Argüelles. Los defensores del cambio de nombre afirman que tras la contienda no se autorizó su apertura. «Al contrario, a las actividades que con ese fin realizaron Guillermo Estrada, Juan Uría, José Serrano y algún otro, respondería el nuevo régimen de los vencedores con la creación del Instituto de Estudios Asturianos (IDEA) por la Diputación Provincial en 1945, en el que no tuvieron cabida algunos miembros promotores del CEA como fue el caso de don Juan Uría Ríu, el mejor historiador de su región».

Pero con esta tesis, defendida por el Grupo de Izquierda Unida y el profesor David Ruiz, no coinciden algunos miembros de la junta permanente del actual RIDEA. Ignacio Ruiz de la Peña, director del instituto y discípulo de Juan Uría, sostiene que el Centro de Estudios Asturianos (CEA) y el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) no son la misma cosa. «El CEA era una asociación privada que nace en 1920 y finaliza su andadura mucho antes de que estalle la Guerra Civil; no se puede hablar, por tanto, de relación de continuidad». Según su apreciación, no tendría sentido la recuperación del nombre porque son dos cosas distintas. Lo que no ve desacertado el medievalista es la segunda parte de la iniciativa del grupo de Izquierda Unida-Los Verdes, que plantea que el cambio de siglas sea acompañado de un homenaje institucional a los promotores del CEA coincidiendo con el 90.º aniversario de su fundación en 2011.

Leopoldo Tolivar, miembro de la junta permanente del RIDEA y catedrático de Derecho Administrativo, recibió, como nieto de Leopoldo Alas, la propuesta «con halago por el reconocimiento que supone para los que lucharon por aquel centro». Una vez dicho esto, Tolivar duda de la conveniencia del cambio, por lo que puede desatar. «Puede traer problemas y crear conflicto dentro del instituto dando lugar a «una polémica artificiosa con una idea, sin duda, loable». Ve más acertado el homenaje. «Particularmente lo vería bien, pero sé que por encima de los deseos personales están las instituciones». «Hubo un olvido deliberado durante tiempo de las personas que pusieron los cimientos del instituto, por lo que vería bien un reconocimiento que contribuya a la paz social dentro del RIDEA».

También es miembro de la junta permanente Josefina Martínez, catedrática de Lengua Española. La viuda de Alarcos defiende como Ruiz de la Peña que se trata de dos centros diferentes. «Cuando Juan Uría se fue a Madrid, aquella entidad murió; por tanto, el instituto no es heredero de aquella asociación privada». Martínez no admite que desde fuera «se metan a decir lo que tenemos que hacer».

«Un cambio de nombre no tiene sentido porque son dos cosas distintas»

<Ignacio Ruiz de la Peña >

Director del RIDEA

«No admito que desde fuera se metan a decir lo que tenemos que hacer»

<Josefina Martínez >

Miembro de la permanente

«Es una idea, sin duda loable, que podría crear conflicto dentro del instituto»

<Leopoldo Tolivar >

Miembro de la permanente