El boletín que semanalmente distribuye UGT, uno de los tres sindicatos que tienen representación en Telemadrid, ha permitido comprobar que Fernando Sánchez Dragó no es el único que hace gala públicamente de su pedofilia. Hay otros que también presumen ante los demás de sus gustos hacia las niñas, como se puede ver en esta transcripción de las palabras de Salvador Sostres, contertulio del programa de Isabel San Sebastián:

"Los compañeros del Alto y Claro se quedaron ayer de piedra ante los jocosos comentarios (fuera de antena) de un tertuliano, Salvador Sostres, sobre el sexo y "las jovencitas". Emulando a Sánchez Dragó, Sostres se explayó a gusto sobre las jovencitas "de 17, 18 y 19 años, que no huelen a ácido úrico, con olor a santidad, de primer rasurado, dulces como lionesas de nata y con carnes que rebotan que son como un piano, que tocas así y rebota el dedo". A partir de esa edad "son una estafa", dice el colaborador, quien más tarde se refiere a los problemas de erección de los hombres llegados a cierta edad.

Comentarios que disgustaron notablemente a la presentadora Isabel San Sebastián que le recriminó con tibieza su actitud llegándole a decir varias veces que "era un enfermo" y que no se acercara a su hija. Al preguntar Sostres la edad de su hija y decir la periodista que tenía 23, el contertulio le replicó que "ya es muy vieja".

Lo peor es que esta conversación se produjo en presencia de un grupo de niños españoles y marroquíes que visitaban Telemadrid. Un detalle que tampoco importó a Sostres ya que, según dijo, no pasaba nada porque "son de Rabat, ahí ya van sueltas".

Sostres ya se hizo acreedor, en septiembre pasado, del premio "Gilipollas del año" que creó expresamente para él un grupo de Facebook. Fue la reacción a un artículo del colaborador de El Mundo y tertuliano de Telemadrid que, como ponían de manifiesto no pocos internautas, le convirtió en uno de los personajes más odiados de España.

Sostres dijo en su blog a propósito de la muerte de José Antonio Labordeta: "Descanse en paz, amén, y todas esas cosas en las que él no creía pero que espero sinceramente que Ellas sí crean en él". Y añadía: "Es muy lamentable que todos nuestros cantautores sean comunistas. Esa cosa tan casposa del puño cerrado y de la equivocación sistemática, sin la más mínima decencia intelectual que les lleve por lo menos a reconocer que la economía de mercado les ha ido maravillosamente bien para engordar sus arcas. Desaparecido Labordeta es hora que desaparezcan, también, todos aquellos productores de quesos que promocionaba en sus programas. No hay nada tan peligroso para la salud pública como los productos que vienen ´directamente de la granja´".

Otra 'perla' del artículo es la que plasmaba su ensañamiento contra el medio ambiente y la exaltación de su gusto por la barbarie del desenfreno urbanístico: "Todo este gusto por lo rural y por el "contacto con la naturaleza" no lleva a nada bueno (…) Hay demasiados bosques, demasiados caminos, demasiadas rutas. En la mayor parte del territorio español falta asfalto, casinos, cines, bares que cierren tarde con pianistas imposibles (…) Todos esos inquietantes paisajes por los que Labordeta caminaba remiten al atraso, a lo ancestral, al tercermundismo de donde venimos".

A resultas del artículo, surgió otra iniciativa, también en Facebook, para declarar a Salvador Sostres "persona NON Grata En Aragon", que aún sigue recibiendo adhesiones.

Otra muestra de su sensibilidad por los temas sociales y los dramas humanos se aprecia en "El mundo menstrua", que escribió en enero de este año a raíz de la tragedia de Haití:

"Eso de Haití es un drama pero el mundo, a veces, hace limpieza. No podemos vivir todos tanto tiempo y sólo los mejores y los que viven en mejores condiciones perduran. El mundo menstrua, como así tiene que ser. No me alegro, de la tragedia de Haití, pero estas cosas pasan y equilibran el planeta. La mayor parte de los que pueden estar en desacuerdo con este tipo de comentarios son pobres muertos de hambre que suerte tienen que éstos que están más muertos de hambre que ellos, de vez en cuando, un mal viento se los lleva. Porque si el mundo no menstruara y tuviéramos que repartir la caridad entre todos los pobres del planeta, tarde o temprano todos estos funcionarios, vagos, y obreros que se toman la baja por causa de enfermedades imaginarias, se tendrían que poner a trabajar y los comités de empresa quedarían abolidos por razones de extrema necesidad".