Gijón, Á. C.

El Antiguo Instituto acogerá, hasta el próximo día 30, una exposición que recoge cuatro creaciones audiovisuales de Reynold Reynolds, uno de los homenajeados en esta edición del Festival de Cine de Gijón. El americano fue el encargado de inaugurar ayer la muestra, que definió como «un cruce entre lo científico y lo artístico», por su pasado académico como estudiante de Ciencias Físicas. «Sugar»; «Secret Machine»; «Secret Life» y «Seven days til sunday» protagonizan el paseo por algunos de sus trabajos en un escenario que, para su autor, «debería ser siempre un museo y no la butaca de un cine».

Super-8, 16 milímetros y una cámara de fotogramas digitales son los medios utilizados por Reynold Reynolds para su pequeña muestra gijonesa. «Poder exhibir este tipo de proyectos en una sala de exposiciones resulta mucho más interesante que hacerlo en el cine. Da la oportunidad al espectador de contemplarla con tranquilidad, reflexionar, y volver a verla para obtener nuevas interpretaciones», destacó el autor, que ya ha expuesto, entre otras sedes, en el museo Moma de Nueva York.

Su inspiración se traslada a través de «manejar un imaginario que encaje en este mundo. Me motiva querer ver algo en una pantalla y no narrar simplemente una historia. Intento ofrecer una estructura diferente», señaló. Entre las inquietudes que todavía se le resisten y que aspira a seguir capturando y darles un sentido filosófico se encuentra «poder entender el concepto del tiempo».