Los jóvenes españoles son de los últimos europeos en abandonar el hogar paterno. Así se desprende de un estudio del Instituto de la Juventud. Y aunque la crisis pueda influir, parece que los jóvenes de nuestro país se encuentran cómodos en casa de sus padres.

Mientras que en la mayoría de los países del norte de Europa los jóvenes se independizan antes de los 30, en España la inmensa mayoría continúa en el hogar paterno.

Tres de cada cuatro menores de 30 años permanecen en el nido. Alegan motivos económicos, pero en el último año, sólo un dos por ciento de los emancipados ha tenido que regresar a la sopa boba. Y aunque también hay quien da el paso, la mayoría lo hacen para vivir en pareja. La vida en solitario es todavía una opción minoritaria entre los jóvenes españoles.