Los alumnos asturianos mejoran en comprensión lectora, y no avanzan en competencias matemática y científica, según los datos del último Informe PISA que se dieron a conocer ayer. Asturias se sitúa por delante de la media española en las tres disciplinas, e incluso en la científica supera la media de la OCDE, el grueso de países entre los que se incluye la mayoría de los europeos.

El Informe 2009 pone en evidencia la eclosión de los países del Extremo Oriente, el parón estadístico de los europeos, los mediocres resultados de España, y el discreto puesto asturiano en el ranking nacional (novena comunidad en matemáticas, octava en competencia lectora y séptima en ciencias). «Asturias resiste la comparación con los sistemas educativos de los países miembros de la OCDE», señaló ayer el consejero de Educación, Herminio Sastre, al explicar los datos. «Los resultados indican que nuestro sistema tiene un cierto valor añadido, por encima de países con un PIB mayor que el nuestro». Para el responsable de la Consejería de Educación «no se trata tanto de recursos como de organización» y de trabajo de los docentes que en Asturias -dijo- «funcionan muy bien».

Las pruebas PISA fueron realizadas el pasado año con escolares de 15 años, es decir, a punto de abandonar la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Unos 25.000 en todo el país, y 1.536 en Asturias. Las pruebas afectaron en el Principado a 54 centros públicos y privados. Respecto a los «exámenes» de 2006 los escolares asturianos ganan 13 puntos en comprensión lectora pero pierden tres puntos en matemáticas y siete en ciencias.

Si al consejero Sastre los resultados le permitieron pasar un puente de la Constitución tranquilo, al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, no tanto. Un dato para ponerse a temblar: España tiene hoy en competencia lectora 12 puntos menos que tenía en el año 2000, cuando se celebraron las primeras pruebas PISA. Algo falla, y muy gordo.

Las pruebas incidieron el pasado año en la competencia lectora, donde España había hecho literalmente el ridículo en 2006. En esta materia Asturias se sitúa con datos casi iguales a la media de la OCDE. Los alumnos evaluados en el Principado fueron divididos en seis niveles (el 1 para los resultados más pobres y el 6 para los mejores). El 76,1% de esos alumnos entra en los grupos 2, 3 y 4; el 18,2% se queda en el nivel 1 y tan sólo el 5,7% alcanza los niveles 5 y 6. «Algo tenemos que hacer en este sentido» para aumentar el número de alumnos de excelencia, reconoció el consejero Sastre.

Asturias tiene un sistema que deja a pocos alumnos en la cuneta (fracaso escolar que es la mitad de la media española) pero que tampoco logra consolidar un sector de alumnado de altas prestaciones. En Asturias funciona el término medio: la dispersión de resultados en las pruebas es más pequeña en Asturias que en la media de la OCDE, y lo mismo sucede con los datos por colegios, que por otra parte no se harán públicos, aunque sí llegarán a cada centro.

Los porcentajes de alumnos en Asturias en niveles bajos o muy bajos de rendimiento son también más reducidos que en buena parte de las comunidades autónomas y que en países como Estados Unidos, Suecia, Francia, Italia y Austria, si analizamos los resultados en competencia científica.

El escaso porcentaje de los alumnos de alto nivel afecta a las otras dos competencias, además de a la lectora. Un ejemplo: los alumnos con niveles 5 y 6 en matemáticas, en Asturias, representan el 10%, pero en Finlandia llegan al 23%, y en Castilla y León, la comunidad que sale mejor librada en el Informe PISA 2009, se alcanza el 15%. Cinco puntos de diferencia con la comunidad vecina, y eso que sólo nos separa el Pajares.

Otro dato para reforzar la tesis de que el sistema educativo asturiano no es el mejor caldo de cultivo para la excelencia: el porcentaje de alumnos «nivel 6» en comprensión lectora en el Principado es 0 (igual que en España).