Oviedo, E. G.

La polémica entre el consejero de Educación, Herminio Sastre, y el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, públicamente zanjada por ellos mismos, se avivó ayer y abrió una nueva y sorprendente brecha tras la denuncia de un grupo de afiliados a UGT en la Universidad sobre determinados intereses particulares que condicionan, a su juicio, la actitud que la ejecutiva del sindicato FETE-UGT de Asturias mantuvo en torno a dicha polémica, en defensa del rector y en clara oposición al consejero.

El miembro del claustro universitario y del Consejo de Gobierno de la institución académica, Santiago García Barros, «en nombre de un gran número de afiliados a UGT en la Universidad de Oviedo», salió ayer al paso de las críticas del secretario general de FETE-UGT, Daniel Rodríguez, por el «acoso» al rector por parte de la Consejería de Educación del Principado, e hizo pública «su absoluta oposición a la actitud» de los responsables del sindicato. «Desde hace tiempo» -señala un comunicado emitido ayer- «la ejecutiva está maniatando la actividad sindical y prohibiendo la remisión de información crítica con la política rectoral».

Los críticos de UGT en la Universidad afirman que esta sección sindical «está paralizada y se vienen produciendo actuaciones y declaraciones que obedecen únicamente a la posición personal del secretario general y del secretario de organización de la ejecutiva regional de FETE-UGT».

El secretario de organización, Indalecio Estrada, está en el punto de mira de algunos de sus compañeros de sindicato, tras la publicación en el BOPA de ayer del nombramiento de su esposa como jefa de Servicio del Campus de Llamaquique. Es un cargo de libre designación «que cumple toda la legalidad», según fuentes de FETE-UGT que no niegan el distanciamiento con un sector de afiliados -no cuantificado por ninguna de las partes en conflicto- en la Universidad.

La postura de FETE-UGT de apoyo al rector, aun en contra del consejero de Educación, es «útil», dice el comunicado de los críticos, «para satisfacer determinados intereses personales» y «explica» el nombramiento «de la consorte del secretario de organización».

El control de FETE a la información generada por la sección sindical en la Universidad viene de antiguo. Los críticos recordaban ayer una comunicación, del 28 de julio pasado, firmada por el secretario de organización: «Se reitera, con objeto de que no se produzcan distorsiones, la obligación establecida por la comisión ejecutiva de FETE-UGT de que todas las comunicaciones e informaciones sean remitidas con carácter previo al secretario general, Daniel Rodríguez, a través de la Secretaría de Organización y Comunicación. Antes de su difusión requerirá la conformidad de la Secretaría General». La postura de este sector de la UGT tiene que ver, contraatacan en FETE, con «un grupo que vive en permanente campaña electoral en la Universidad».