Oviedo, M. S. MARQUÉS

La historia de los neandertales de la cueva de El Sidrón estará muy pronto al alcance de todos los interesados en conocer la vida en el Paleolítico. El equipo que lleva más de una década investigando la presencia humana en las laderas del Sueve ya entregó hace semanas en la Consejería de Cultura el original de un volumen en el que se recogen todos los datos reunidos a partir de los distintos estudios realizados.

Titulado «La cueva de El Sidrón (Borines, Piloña, Asturias). Investigación interdisciplinar de un grupo neandertal», el libro, que se editará próximamente, reúne todas las conclusiones e hipótesis a que han dado lugar los análisis realizados en los distintos campos científicos. Desde la arqueología a la genética pasando por la geología y la paleoantropología, los resultados han sido reunidos en cerca de trescientas páginas con un gran despliegue gráfico de más de cien imágenes, todo un recopilatorio de información pensado para proyectar la divulgación de uno de los acontecimientos científicos más importantes de los últimos años.

Dispuesto en nueve apartados con sus respectivos anexos, está firmado por todos los investigadores que trabajan en el proyecto, entre los que se encuentran como figuras más destacadas Marco de la Rasilla (arqueología), Antonio Rosas (antropología), Carles Lalueza (genética) y Enrique Martínez (geología). Será un trabajo multidisciplinar que no sólo arrojará luz a la historia de los neandertales sino que planteará algunos de los interrogantes que aún están por despejar.

El libro, que convertirá El Sidrón en la imagen de los neandertales en España, estará dedicado al profesor y primer director de las excavaciones, Javier Fortea, y al geólogo Manuel Hoyos, ambos fallecidos. Los autores han querido extender la dedicatoria a Olvido Otero, la joven asesinada durante la guerra civil cuando llevaba alimentos a familiares escondidos en el interior de la cueva, a cuya entrada se encuentra su tumba.

La amplia colección de fósiles de El Sidrón ha dado en los últimos años numerosas respuestas tanto a la genética como a la morfología de la especie neandertal. Entre otras cosas han servido para comprobar las diferencias entre los neandertales del norte y los del sur de Europa. Estos últimos entre los que se incluyen los de Borines tenían la cara ligeramente más ancha y menos proyectada hacia adelante. Pero quizá la respuesta más importante de los neandertales asturianos, que vivieron hace 49.000 años, haya sido su aportación al proyecto «Genoma neandertal». Por otro lado, la secuenciación de ADN ha posibilitado un conocimiento antes impensable de la especie extinguida.

El Sidrón es ya un referente obligado en el mundo del Paleolítico de la península Ibérica y una de las colecciones de fósiles más importantes del mundo, un realidad que venía exigiendo mayor divulgación.