Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La espera media para trasplantarse de hígado en Asturias se situó el año pasado en 49,5 días. Esta cifra, la más baja de España, es muy inferior a los 134 días de promedio nacional, según destacó ayer Ignacio González-Pinto, cirujano y responsable de la unidad de trasplante hepático del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), quien calificó los datos de «muy satisfactorios». En la actualidad, son 13 los pacientes que integran la lista de espera del HUCA, único centro sanitario de la región que efectúa trasplantes de órganos sólidos.

El injerto de hígado cobró actualidad el pasado fin de semana en Asturias, cuando se efectuó el trasplante número 300. La receptora fue Gloria Sánchez Muñiz, gijonesa de 40 años, quien sufría los efectos de una hepatitis fulminante que se le diagnosticó a mediados de enero, sólo un mes después de dar a luz a su primer hijo. El primer implante hepático de la región se practicó el 16 de abril de 2002.

Casi nueve años más tarde, el doctor González-Pinto señala que están vivos en torno al 75 por ciento de los trasplantados en Asturias. O sea, tres de cada cuatro, un porcentaje «normal, muy similar a la media española».

El cirujano del Central advierte de que las demoras para un trasplante pueden variar mucho de año en año, aunque Asturias suelen situarse por debajo de los dos meses. También puede haber mucha disparidad en función de los casos. Como ejemplo, la citada Gloria Sánchez no llevaba ni dos horas en lista de espera cuando fue avisada de que había surgido un hígado para ella. Se trataba, precisa del cirujano, de un caso evidente de «emergencia nacional», de vida o muerte, que convertía a la profesora gijonesa en candidata prioritaria al primer órgano que apareciese.

En el extremo contrario, un paciente asturiano lleva desde mayo de 2010 aguardando por un hígado. Los problemas de compatibilidad, la presencia de patologías asociadas y otras circunstancias pueden prolongar una espera que muy frecuentemente es vivida con ansiedad por el enfermo y su entorno familiar. En algunas comunidades autónomas están mucho más acostumbrados a las grandes demoras. En Murcia, el Hospital Virgen de la Arrixaca registró el año pasado una espera media de 243 días, casi cinco veces superior a la del Hospital Central.

El año pasado se llevaron a cabo en España 971 trasplantes de hígado; de ellos, 46 en niños. En números redondos, puede decirse que diariamente aparecen una media tres órganos. Pero las medias son eso: medias. «Hay días en que aparecen seis y días en los que no aparece ninguno», indica González-Pinto.

No es la primera vez que el Principado registra las esperas más breves de España para los injertos hepáticos. Ignacio González-Pinto indica que tal situación ya se había dado con anterioridad en el caso de los adultos, pero no si se computaban también las demoras de los niños. En Asturias no se realizan trasplantes de hígado en menores de 18 años. Suelen ser remitidos a hospitales de Madrid o Barcelona. «Podríamos operar a niños, pero requieren un instrumental y una preparación que no compensan para hacer una o dos operaciones al año», afirma el cirujano del complejo sanitario ovetense.

González-Pinto destaca que Asturias figura entre las regiones con mayor volumen de trasplantes hepáticos en relación a su población. Asimismo, subraya un dato que no depende de la pericia del equipo de trasplante. «Somos una de las tres o cuatro autonomías con menos negativas a la donación por parte de los familiares», apostilla.