Oviedo, E. G.

La Comunidad de Madrid cederá sus competencias en la organización de los currículos escolares a los centros educativos, lo que la convierte en la primera autonomía en el país que toma esta decisión que trata de dar mayores capacidades organizativas a colegios e institutos. La decisión madrileña, anunciada ayer por su consejera de Educación, Lucía Figar, y que ahora deberá corroborar el Consejo Escolar de la autonomía presidida por Esperanza Aguirre, fue toda una sorpresa en Asturias, comunidad que no se plantea nada parecido. Al menos hasta las próximas elecciones del mes de mayo.

Luis Fernández León, de la Federación de Enseñanza de CC OO en Asturias, lo tiene claro: «Es una dejación de funciones» por parte de la Administración madrileña. «Nosotros no lo vemos».

Desde la Consejería de Educación del Principado no hay postura oficial, pero los veteranos de la educación asturiana recuerdan las negociaciones curriculares entre la Administración y los centros, con Dolores Guerra Suárez como directora general de Ordenación Académica e Innovación. Largas y participativas. De aquellos encuentros salió la decisión de reforzar en Asturias los horarios de las llamadas áreas instrumentales básicas, la Lengua y las Matemáticas.

- La ley orgánica de Educación (LOE) divide la responsabilidad del currículo, es decir, del grupo de asignaturas que compondrán la vida escolar de los alumnos, desde Infantil al Bachillerato o la Formación Profesional, entre la Administración central y las respectivas administraciones regionales. Al Estado le corresponde decidir el 65% del currículo, mientras que las autonomías deciden el otro 35%. Es este último porcentaje el que Esperanza Aguirre y su Gobierno quieren traspasar a los centros, para que cada uno marque las líneas a seguir.

En términos concretos, estamos hablando de unas diez horas semanales que quedarían vinculadas a la organización curricular de los centros educativos. En Madrid habrá libertad en este aspecto, tal y como prometió la consejera Figar. Serán horas para reforzar las asignaturas troncales, si así lo decide el centro (¿su Consejo Escolar?), pero las alternativas son variadas, como la oferta de idiomas extranjeros no convencionales (alemán, ruso o chino, por citar tres ejemplos), o un mayor esfuerzo horario de prácticas.

La Comunidad de Madrid justifica la decisión, que podría ponerse ya en funcionamiento para el curso que viene, en los buenos resultados académicos de los países que dan mayores niveles de autonomía a los centros. La consejera de Educación de la Comunidad de Madrid nombró dos de ellos, Finlandia (el país europeo con mejores «notas» en las pruebas PISA) y Japón.

Pero hay otras razones, que tienen que ver con el intento de determinados centros de desmarcarse con ofertas que les singularicen. En Madrid esa presión es más evidente que en otras comunidades.

Para la cesión de competencias a los centros la Comunidad de Madrid deberá modificar el decreto de competencias educativas. Las nuevas normas servirían para la red pública, pero también para los centros privados, concertados o no. En España existe un antecedente parcial de esa cesión, puesta en marcha por la Generalitat catalana en algunos institutos.

Los sindicatos denunciaron ayer que el personal docente itinerante en la red pública lleva tres meses sin percibir las cantidades de kilometraje correspondientes al ejercicio de su profesión. La Administración regional paga 0,21 euros por kilómetro a estos docentes que usan coche propio para desplazarse entre colegios, en muchos casos en zonas rurales y con recorridos problemáticos.

Por otra parte la Mesa General que fue suspendida anteayer por «razones de agenda» y en la que la Administración regional y los sindicatos iban a discutir la oferta pública de empleo docente (122 plazas para Secundaria este año) quedó aplazada hasta el próximo martes.

Los sindicatos docentes no consiguieron ayer movilizar más que a medio centenar de personas en la convocatoria de concentración frente a la Consejería de Educación, en Oviedo, para reclamar una mejor y más generosa oferta de empleo en las oposiciones de Secundaria. Al final de la concentración se leyó un manifiesto en el que, entre otras cosas, se recalcó que «la raquítica oferta queda muy lejos de lo que necesitan nuestras plantillas docentes, con alto porcentaje de temporalidad y envejecidas». En la foto, los manifestantes, ante la Consejería.