Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

La metástasis tumoral podía estar cerca, muy cerca, pero si había una pared por medio resultaba imposible para un broncoscopio detectarla y acceder a ella. En adelante, gracias a la incorporación de un ecógrafo, será sencillo localizar las células tumorales que se ocultan adyacentes a las vías respiratorias o al esófago.

Éste es el avance básico que supone la ecobroncoscopia, un equipamiento que acaba de incorporar el Centro Médico de Asturias y que, según destaca Enrique Álvarez-Llaneza, neumólogo de la clínica ovetense, es el único dispositivo de estas características disponible en la región. Esta nueva técnica, suma del clásico broncoscopio y de un ecógrafo, se introduce en las vías respiratorias y permite tanto localizar tumores o metástasis como tomar muestras de tejidos en un volumen suficiente como para realizar biopsias o cultivos.

«La ecografía endobronquial es capaz de localizar, medir y biopsiar dirigidamente aquellas lesiones intratorácicas que se encuentran adyacentes a la vía respiratoria principal y al esófago», subraya el doctor Álvarez-Llaneza, quien agrega que, con la ayuda del ecógrafo, se reducen drásticamente los riesgos de dañar los vasos y estructuras cercanas. Un riesgo hasta ahora inevitable en la medida en que las punciones para tomar muestras de tejidos se llevaban a cabo un tanto «a ciegas».

El nuevo equipo permite abordar las lesiones tumorales en los pulmones y el mediastino -área comprendida entre ambos pulmones- aprovechando las galerías naturales y «sin necesidad de recurrir a la apertura quirúrgica del tórax», señala Enrique Alvarez-Llaneza, quien ejerce como coordinador de oncología torácica del Centro Médico.

El mediastino no es una zona muy frecuentemente afectada por tumores primarios, pero sí por metástasis de algunos de los tipos de cáncer más frecuentes. Una apreciable utilidad del ecobroncoscopio consiste en que, al posibilitar la obtención de muestras de tejido de mayor volumen, propicia que los estudios moleculares ofrezcan más precisión diagnóstica y una exactitud superior a la hora de establecer en qué estadio de desarrollo se halla el tumor.

La consecuencia es la posibilidad de «un tratamiento quimioterápico personalizado», un paso que se lleva a cabo dentro del propio Centro Médico, en el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA). Tras el tratamiento, la ecobroncoscopia aporta mayor rigor a la hora de evaluar la respuesta al mismo.