Oviedo, M. S. MARQUÉS

«Me ha impresionado la colección de piezas y me ha gustado encontrarme con la celda de Feijoo, una figura por la que siempre he sentido especial simpatía». Tras recorrer las instalaciones del Museo Arqueológico con motivo de su inauguración, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, elogió la colección permanente y un proyecto arquitectónico «que solucionó bien la ampliación con el monasterio de San Vicente y su convivencia con la Catedral». No quiso olvidarse del Prerrománico y destacó la belleza de las piezas allí expuestas.

Después de siete años de obras de rehabilitación, el Museo Arqueológico abre de nuevo sus puertas -gratis durante los próximos seis meses- con una colección renovada que abarca desde la Prehistoria hasta el final de la Edad Media, un recorrido expositivo que se distribuye en cinco áreas temáticas: los tiempos prehistóricos, el Neolítico y las edad de los metales, el tiempo de los castros, Roma en Asturias y Asturias medieval.

La exposición, dispuesta para hacer un recorrido por la historia de Asturias a través de los hallazgos arqueológicos más representativos, incluye 2.053 piezas de las más de cinco mil con que cuenta. Muchas de las que se incluyen en la colección permanente proceden de las excavaciones de las últimas dos décadas y son por tanto nuevas para el público, que se encontrará en el recorrido con la imagen de una mujer neandertal idealizada a partir de los estudios antropológicos de los fósiles de la cueva del Sidrón (Piloña), así como otros muchos recursos de apoyo.

La multitudinaria inauguración celebrada ayer y presidida por Ángeles González-Sinde contó, además, con un buen número de autoridades regionales, con el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y la consejera de Cultura, Mercedes Álvarez, en primera línea. Asistieron también la presidenta de la Junta, María Jesús Álvarez, y las alcaldesas de Gijón y Avilés, Paz Fernández Felgueroso y Pilar Varela, además de un buen número de arqueólogos y profesores.

Durante la inauguración, González-Sinde se mostró como una gran conocedora de la figura y la obra del padre Feijoo. Vio en la celda de Feijoo «donde escribió de tantos asuntos de interés» una vinculación con la historia de la cultura. «Fue un hombre avanzado a su tiempo y es importante reivindicar ese entusiasmo y esa mirada sagaz e irónica y siempre moderada en su juicio. Marañón lo describe como un gran maestro por encender la curiosidad a los que no saben». Para González-Sinde, el Arqueológico «debe nacer con ese espíritu de encender la curiosidad». Como «joya espectacular de nuestro pasado milenario» lo definió Álvarez Areces, un equipamiento que, dijo, fue uno de los objetivos de su mandato, «que no fui capaz de desbloquear hasta que en 2004 hubo un gobierno dispuesto a colaborar». La inversión total fue de 16,5 millones.

En un lugar de la Mancha [2], de cuyo nombre no quiero acordarme [3], no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los La ministra de Cultura visitó la celda de Feijoo totalmente recuperada. Un espacio que levantó una gran polémica durante las obras de ampliación del museo ante el temor de que se hubiera destruido.