Bajo el título «Los caminos del agua», Guillermo Simón (Villaviciosa, 1968), abrió ayer en la galería Gema Llamazares su última exposición. Una vez más, el agua es el motivo constante del trabajo de Simón, «un pintor romántico, en el sentido primordial y genérico de que su pintura busca armonizar la vibración de lo interior y lo exterior a través de la representación de una naturaleza que participa por igual de esos dos ámbitos», según señala Juan Carlos Gea en el catálogo de la exposición que permancerá abierta hasta el día 30 de abril. El agua, continúa Gea, «es el agente que modela el paisaje geográfico del estuario de Villaviciosa de la misma manera que modela la sensibilidad

del pintor y los rasgos concretos de su obra».