Oviedo, E. G.

El programa de detección de anomalías cromosómicas fetales, que viene funcionando en Asturias desde 2006, ha sido capaz de predecir el 84% de los casos de Síndrome de Down y el 86% del total de alteraciones cromosómicas. Los datos fueron facilitados ayer en la III Jornada de diagnóstico prenatal, celebrada en Oviedo. En estos cuatro años más de 23.000 mujeres se sometieron a esas pruebas de cribado, que consisten en un test bioquímico y una ecografía, sin riesgo alguno para el feto. De ese cribado salieron algo más de mil casos en los que el riesgo de alteración cromosómica en el feto era alto y, por tanto, requerían pruebas diagnósticas, en su inmensa mayoría la conocida como amniocentesis.

En Asturias funcionan dos unidades de cribado. Una en el HUCA, desde donde se centraliza el control de todos los hospitales, a excepción del de Cabueñes, en Gijón, sede de la segunda unidad, cuyo responsable, Javier Arenas, da al cribado una sensibilidad «entre el 85% y el 90% de todos los casos de Síndrome de Down», la alteración cromosómica más habitual pero ni mucho menos la única. En la jornada de ayer también se dieron datos sobre el Síndrome de Edwards, el segundo en incidencia estadística.

Por su parte, Fernando Álvarez, responsable de la unidad de cribado en el HUCA, resaltó que el programa coordinado desde este Hospital «es el único que trabaja con un seguimiento total, desde las primeras pruebas hasta que se produce el parto».

Unas 15.000 mujeres se sometieron a él y se detectaron medio centenar de casos de Síndrome de Down. La inmensa mayoría de los casos de alteraciones cromosómicas detectados acaba en interrupción voluntaria del embarazo. Estas alteraciones generan además riesgos más altos de aborto espontáneo.

Fernando Álvarez se plantea retos: «Lograr que en dos o tres años la sensibilidad del cribado llegue al 90% de los casos estudiados y que, por tanto, se puedan disminuir de forma muy significativa los métodos invasivos».

Se trata de la amniocentesis y la biopsia corial, que entrañan riesgos para el feto, pruebas que se han reducido en los últimos años. En 2005 se realizaban casi al 20% del total de partos en Asturias, mientras que ahora, gracias precisamente a la estrategia de cribado, la tasa se ha reducido hasta el 10,8%.

HUCA y Cabueñes son dos hospitales con porcentajes de sensibilidad (acierto) muy altos, en torno al 90%, pero las cifras varían en otras áreas. La ecografía se convierte en un factor decisivo, por eso se hace necesario homogeneizar lo más posible el método en todos los hospitales. El cribado se hace en el primer trimestre de embarazo (participa el 97% de las gestantes). Si hay riesgo alto, la amniocentesis se realiza entre las semanas 12.ª y 16.ª, mientras que la biopsia corial se puede hacer en la semana 12.ª. «Son los plazos de máxima precocidad con el mínimo riesgo», dice Javier Arenas.