Director de la Orquesta Clásica de Asturias

Oviedo, Javier NEIRA

La Sociedad Filarmónica de Oviedo presenta hoy, en el transcurso del octavo concierto del año, el estreno absoluto de la obra «Vueltas para orquesta», del compositor norteamericano John Falcone, fagotista de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. El concierto, que incluye también obras de Mozart y Beethoven, correrá a cargo de la Orquesta Clásica de Asturias, dirigida por el maestro Daniel Sánchez Velasco -avilesino de 38 años, director, clarinetista y compositor-, contando con el concurso de la pianista asturiana Carmen Yepes.

-¿Cómo es «Vueltas para orquesta»?

-Se basa en un tema, en un solo de clarinete, muy conocido y le da todas las vueltas que un estudiante, un músico, le daría hasta dominarlo. Lo aborda de izquierda a derecha, por todas las tonalidades e instrumentos. De ahí el título. Es una composición de Falcone, natural de Nueva York, fagotista de la OSPA, saxofonista, compositor y animador cultural polifacético. El tema sale del último tiempo de la cuarta sinfonía de Beethoven que tocaremos al final, así que el programa es capicúa. El estreno, en un concierto capicúa, gustará mucho en el Filarmónica.

-Y en medio, Mozart.

-Sí, el concierto número 25 para piano y orquesta de Mozart, con Carmen Yepes, asturiana, actualmente profesora en el Conservatorio de Madrid y concertista. Y después, lo dicho, la cuarta sinfonía de Beethoven, que, por cierto, esta semana la toca también la orquesta Oviedo Filarmonía. Una curiosa coincidencia. La Orquesta Clásica de Asturias la fundamos en 2009 cuando la JOSPA, la joven orquesta de la OSPA, dejó de funcionar. Pensamos en una formación joven pero no sólo de estudiantes. Tocan varios compañeros de la OSPA, Héctor Corpus y Fernando Zorita, violines; Paulino Jardón, viola, y Roberto Álvarez, trompa. Encabezan a los violines primeros, los segundos, las violas y las trompas.

-¿Qué caracteriza a la Orquesta Clásica de Asturias?

-No somos una orquesta profesional plena, tenemos carencias obviamente, pero no somos ni mucho menos una formación de Conservatorio. El trabajo es serio, no es una orquesta de bolos que se reúne para cobrar un dinero con unos conciertos y en paz. Hacemos el mejor repertorio que existe para orquesta sinfónica.

-Es la OCA a fin de cuentas.

-Lo pongo en los e-mail, pero puede dar lugar a bromas, así que no usamos mucho las siglas, aunque ciertamente somos la OCA.

-Director, compositor, clarinetista...

-Llevo 16 años dirigiendo orquestas. Empecé con 19 años y antes, con 15 años, ya estrené mi primer obra en Avilés. Dejé esos caminos durante unos años para trabajar como clarinetista. Volví a componer y la OSPA, la Filarmónica de Jalisco y Oviedo Filarmonía me han estrenado obras. Y en la dirección empecé con Max Valdés hace cinco años. Era el titular de la OSPA y nos veíamos habitualmente. Recibí clases magistrales en el extranjero, en Italia con Isaac Karabcheski, brasileño de origen ruso, y en Estonia, con Neeme Järvi, el año pasado. Estoy en la OSPA desde 1994 y he estudiado clarinete en Oviedo y en Karlsruhe.