Gijón, Luján PALACIOS

Ser actor o bailarín es un sueño de muchos jóvenes que aspiran a protagonizar una obra de teatro, una película, un musical. Desde hace unos años, su sueño está más cerca de cumplirse, y a un paso de casa. La Escuela Superior de Arte Dramático y Profesional de Danza ofrece a todos los que sientan esta vocación la oportunidad de formarse en sus instalaciones en la Laboral de manera profesional, listos para alcanzar la fama. Las pruebas para ello están a la vuelta de la esquina: las preinscripciones se puden formalizar del 3 al 13 de junio para danza clásica y del 23 de mayo al 9 de junio para arte dramático, con la novedad de que este año las pruebas de acceso se realizan a partir del 20 de junio.

La Escuela nació en el año 2002, y comenzó su andadura en el curso siguiente, el 2003-2004. Los orígenes de la sólida tradición teatral asturiana se remontan no obstante a varios años atrás: concretamente al año 1985, cuando la Consejería de Cultura del Principado creó el Instituto del Teatro y de las Artes Escénicas (ITAE). La modernización y adaptación de los estudios a los planes actuales propiciaron un giro en la ESAD, que imparte estudios cuatro años, tras los cuales se obtiene el Título Superior de Arte Dramático, equivalente, a todos los efectos, al de Licenciado Universitario, y de seis años en el caso de la Danza Profesional. «El balance de todos estos años es positivo, con muchos y muy buenos alumnos», resume el director de la escuela, Eladio de Pablo, quien considera que muchos de los estudiantes del centro «tienen un gran potencial».

Además de los estudios de arte dramático que en la actualidad siguen un centenar de pupilos, la escuela cuenta desde este curso con ocho alumnos de Danza Clásica, una nueva modalidad que está llamada a crecer, y de la que saldrán profesionales con formación en música, danza clásica, contemporánea, repertorio, talleres coreográficos, maquillaje o historia de la danza. Los estudios les abrirán las puertas para ser reconocidos bailarines, y también servirán para que los estudiantes se saquen el título oficial de Bachiller, siempre que superen las materias comunes del Bachillerato.

Nicolás Alcázar, de 11 años, es el más joven de los que serán los primeros titulados profesionales de Danza, una disciplina para la que no se requiere edad mínima de acceso. «La danza clásica me gusta mucho, aunque mi favorita es la contemporánea, pero no hemos llegado a ella todavía», explica Carmen Campillo, una de las estudiantes, mientras hace ejercicios de estiramiento.

Los profesores insisten en que la danza es una opción igual de válida para finalizar con éxito los estudios, por lo que «animamos a todos los que les atraiga este mundo a que prueben suerte», apunta De Pablo.

Los alumnos de danza actuales compondrán dentro de cinco años la primera hornada de profesionales, que podrán optar a ser, junto con los compañeros de Arte Dramático, «actores, bailarines, profesores, investigadores, directores de escena... hay tantas salidas profesionales como en cualquier otra carrera», apunta Ana Serna, profesora de Danza Clásica y jefa de estudios adjunta.

La Escuela cuenta además con la «ventaja» de que las artes escénicas son un gran escaparate que despierta el gusanillo de muchos, y desde el que se abren numerosas oportunidades «gracias a la gran cantidad de series y producciones propias de las televisiones de ámbito autonómico», recalca el director de la ESAD.

Y desde ellas, quizás se puede alcanzar el éxito.