Oviedo, E. G.

Los profesores de las escuelas oficiales de idiomas del Principado de Asturias han puesto deberes a los políticos que van a salir elegidos tras las elecciones de pasado mañana. Los deberes implicarán necesariamente más presupuesto, pero lo que pide la asociación APEOIA que agrupa al sector es gestionar mejor desde la Administración regional los recursos que ya existen.

Entre los nueve primeros puntos reivindicativos, la Asociación de Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas de Asturias exige volver al número de horas semanales impartidas al alumnado antes de junio de 2010. En Asturias se imparten menos horas por curso que en ninguna otra comunidad: cuatro horas, media hora menos que en el resto.

Otra de las exigencias es la de que «exista flexibilidad a la hora de establecer los horarios de los centros, lo que incluye la posibilidad de ofertar grupos de dos horas lectivas». Es decir, adecuarse a lo que pide el potencial alumnado. Las escuelas oficiales de idiomas pierden matrícula en Asturias y la asociación de profesores lo achaca principalmente a una oferta escasamente flexible.

El sector está de uñas con la Consejería de Educación desde hace muchos meses. Ha sufrido recortes y su presidenta, María Valdés, de la Escuela de Idiomas de Mieres, asegura que «tenemos sobre la mesa más recortes para el próximo curso, que nos van a impedir dar continuidad a lo que ya tenemos».

La chispa saltó a principios de mes, cuando cientos de personas se quedaron sin poder matricularse para los exámenes de certificación de Inglés en las escuelas de idiomas de Asturias. Educación había señalado un número máximo de plazas para optar a estos exámenes. Las 1.320 plazas programadas se quedaron cortas a las primeras de cambio, lo que provocó la indignación de muchos de los candidatos.

El director general de Políticas Educativas, Juan José Sánchez, apeló a razones de organización, además de las económicas, para poner coto al número de plazas en unas pruebas «caras y complicadas». Muchos de los que se apuntan a las pruebas de certificación necesitan este trámite por cuestiones laborales.

Pero la certificación no deja de ser el telón de fondo sobre el que se asienta una polémica que enfrenta a los responsables de Educación y al profesorado de las ocho escuelas oficiales de idiomas que funcionan en Asturias (Oviedo, Gijón, Avilés, Cangas del Narcea, Mieres, Langreo, Llanes y Luarca). Al inicio de este curso hubo recortes de profesorado que Educación minimizó -una decena de profesionales-, pero que fue una medida muy criticada por APEOIA, asociación que pide, entre otras cosas, que en Asturias se puedan impartir y certificar los niveles C del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, tal y como sucede en otras comunidades.

Los profesores quieren, asimismo, que las escuelas oficiales de idiomas tengan una normativa específica, que se puedan impartir enseñanzas fuera de los cursos reglados, e impartir español para extranjeros, una opción que desde las escuelas se asegura que tendría matrícula suficiente, pero que desde la Administración regional se deriva, entre otras vías, a las escuelas de adultos, las CEPA.