Oviedo / Ginebra, J. N.

El reciente experimento «Alpha», realizado en el laboratorio central del Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire (CERN), situado en la ciudad suiza de Ginebra, ha conseguido atrapar átomos de antimateria durante un tiempo superior a los mil segundos -unos 16 minutos-, hito que permitirá estudiar con detalle las misteriosas propiedades de esa especie de mundo al revés. Si la antimateria entra en contacto con la materia, se destruyen mutuamente.

Los expertos responsables del exitoso experimento consideran que se trata de una hazaña lograda gracias «a los avances experimentados desde el pasado mes de noviembre», cuando se consiguieron producir y atrapar por primera vez átomos de antimateria. La mejoría en los resultados puede calibrarse en que en noviembre los átomos que manejaba el equipo eran alrededor de una treintena, mientras que ahora los retenidos fueron alrededor de trescientos.

La antimateria atrapada en el CERN está formada por átomos de antihidrógeno. Si un átomo de hidrógeno común -de materia- está formado por un electrón que orbita alrededor de un protón, en el caso de la antimateria el átomo de hidrógeno -de antihidrógeno, claro- está constituido por un positrón -una partícula idéntica al electrón pero con carga positiva- y un antiprotón.

Gracias a la nueva técnica de captura y retención de antimateria, los investigadores cuentan con un margen de tiempo suficiente para estudiar esos átomos. El portavoz del experimento «Alpha», Jeffrey Hangst, ha señalado que ahora se podrá analizar con precisión el mapa del antihidrógeno utilizando espectroscopia láser o también microondas. En la misma línea, ha indicado que el siguiente paso para el proyecto «Alpha» es realizar, antes de finales de año, mediciones sistemáticas del antihidrógeno atrapado.

La popularidad de la antimateria se disparó al aparecer en televisión la nave «Enterprise», pilotada por el capitán Kirk, héroe de «Star Trek», la serie clásica de ciencia- ficción. La nave estaba impulsaba por energía proporcionada por la antimateria, presente de forma natural en el Universo. Dentro del género de la ciencia-ficción, la propuesta era especialmente fantasiosa porque en realidad la antimateria es, cuando menos, muy difícil de encontrar.

El Universo actual está constituido por materia convencional; sin embargo, en los instantes posteriores al Big Bang -a la explosión original que dio lugar a las partículas elementales, a las fuerzas y a las dimensiones y, después, a las estrellas y los planetas- la materia y la antimateria estaban distribuidas homogéneamente en cantidades prácticamente iguales.

Sin que aún se hayan podido desentrañar las causas y las razones últimas, lo cierto es que la naturaleza parece tener una ligera preferencia por la materia, que se fue imponiendo a la antimateria y por eso, en último término, existe nuestro Universo y no todo se aniquiló mutuamente.

Una forma de investigar las preferencias de la naturaleza por la materia es comparar los átomos de hidrógeno con sus homólogos de antimateria. «Podemos mantener los átomos de antihidrógeno atrapados durante mil segundos», explicó el portavoz de «Alpha» Jeffrey Hangst, de la Universidad danesa de Aarhus, «y ése es el tiempo suficiente para comenzar a estudiarlos».

Los científicos capturaron 300 antiátomos que permitirán realizar con precisión una especie de mapa del antihidrógeno utilizando espectroscopia láser y microondas. Esas técnicas facilitarán las comparaciones con el átomo de hidrógeno, uno de los sistemas más conocidos en la física. La captura de antiátomos aportará un enfoque complementario para medir la influencia de la gravedad sobre la antimateria.