París, Efe

El escritor y ex ministro español Jorge Semprún, fallecido el pasado martes en París a los 87 años, fue enterrado ayer, envuelto en la bandera republicana como era su deseo, en la localidad de Garentreville, a una cincuentena de kilómetros de París.

Al entierro asistieron, entre otros, Felipe González, presidente del Gobierno en el que Semprún fue ministro de Cultura; la actual titular de ese departamento, Ángeles González-Sinde, o el director general del Libro, Rogelio Blanco. Igualmente acudieron dos ex ministros que coincidieron con él en el Ejecutivo: el que estuviera al cargo de la cartera de Economía, Carlos Solchaga, y el que se ocupó de Industria, Claudio Aranzadi; así como los embajadores españoles en Francia, Carlos Bastarreche, y ante la Unesco, Ion de la Riva.

Javier Pradera, amigo del difunto con el que había participado en la acción clandestina comunista contra el franquismo, recordó la figura poliédrica de Semprún. Asimismo, se desplazó hasta Garentreville Carmen Claudín, hija del ex dirigente del Partido Comunista de España (PCE), así como el director del Instituto Cervantes de París, Enrique Camacho, quien anunció la celebración de un homenaje en la capital francesa.

El mundo de la cultura francesa también estuvo representado en el entierro con, entre otros, el actor Michel Piccoli, la hija del fallecido escritor André Malraux, Florence, la presidenta de la Academia Goncourt (a la que pertenecía Semprún), Edmonde Charles-Roux, el escritor y consejero presidencial Alain Minc o el empresario y periodista Pierre Lescure. En Garentreville, Semprún tenía una casa y allí había sido enterrada su segunda mujer, Colette.

Semprún había sido homenajeado el sábado en el liceo Henri IV de París, donde estudió entre 1938 y 1941, acto en el que se recordó la biografía del fallecido, con su paso por el campo de concentración de Buchenwald, tras ser detenido por los nazis en la resistencia francesa contra la ocupación.

Políticos de España y Francia, incluidos miembros de los gobiernos de ambos países, y personalidades del mundo de la cultura le rindieron tributo en la víspera de su entierro. El emotivo acto contó con la presencia de más de 200 personas. Felipe González lamentó que en España Semprún haya sido «injustamente tratado», lo que consideró «muy típico» del «carácter nacional». Y González-Sinde entregó a la hija del escritor la Orden de las Artes y las Letras que le concedió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.