Oviedo, Claudia GRECIET

«Todo surgió por la advertencia del Ministerio de Sanidad de que en Europa hay bastante déficit de yodo», explicó M.ª Luisa Fernández Sánchez, la directora del proyecto galardonado con el premio internacional «Hipócrates». El trabajo, titulado «Eficiencia de la suplementación con yodo, durante la lactancia: un estudio en neonatos y sus madres», fue elegido ganador por unanimidad por el Colegio Oficial de Médicos del Principado de Asturias tras un debate breve en la sede de la asociación.

«Esta es la memoria de todo lo que hemos trabajado desde hace más de doce años», afirma la premiada, que destaca que no ha trabajado sola. Con ella dos grupos se han involucrado en dicho proyecto: el Grupo de Espectometría Analítica de la Facultad de Químicas de la Universidad de Oviedo, dirigido por Alfredo Sanz Medel, y el Grupo Clínico Neonatal del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), cuyo responsable es José López Sastre.

Todos los miembros del jurado, presidido por Carmen Rodríguez, presidenta del Colegio de Médicos, coincidieron en que el estudio era de gran calidad y valoraron en él «la estructura del trabajo, la colaboración multidisciplinaria y la utilidad de la investigación». Algunos de ellos mostraron su satisfacción por el hecho de que sean profesionales asturianos los autores de la investigación.

Intervinieron en el fallo del jurado, además de la presidenta, Rafael Sariego, encargado de leer el acta con el resultado, y profesionales de la medicina como Manuel Álvarez- Uría, presidente de la Real Academia de Medicina del Principado; el neumólogo Jaime Martínez González-Río y el propio Alfredo Sanz Medel, director de uno de los dos grupos antes citados.

El estudio que ahora recibe reconocimientos consistió en evaluar el efecto de la suplementación de yodo en madres y recién nacidos en Asturias por ser uno de los sectores de mayor riesgo en falta de yodo. Para ello analizaron el contenido de dicha sustancia en la orina y la leche de 50 madres suplementadas, y en la orina de los correspondientes niños.

No sólo se reafirma en el estudio que la leche fórmula (la leche que se compra en farmacia) carece de contenidos elementales que sí aporta la leche materna, sino que se vio que los índices de yodo eran los adecuados tras esa suplementación y que no era perjudicial esa dosis de yodo añadida. Además, la correlación en los resultados de ambas pruebas dio aún más consistencia a lo que se pretendía demostrar.

La investigación no acaba aquí. Ahora que han visto que la leche fórmula deja mucho que desear, el objetivo es lograr que sea lo más similar posible y pueda aportar todas las sustancias de la leche materna necesarias para una alimentación perfecta.