Oviedo, M. S. M.

La arqueóloga Esperanza Martín Hernández (San Sebastián, 1978) es la ganadora del premio que otorga la Fundación de la Montaña Asturiana al mejor estudio arqueológico e histórico sobre la minería romana de Freitarbosa, en el concejo de Allande, los yacimientos tumulares de la sierra de Carondio y Muriellos, el camino histórico de la Carreriega de los Gallegos y el campamento romano de Moyapán.

Formada en la Universidad de León, donde realizó sus primeros trabajos en el campo de la arqueología, Esperanza Martín reside en Asturias desde el año 2005, momento en el que comienza su andadura profesional en los yacimientos castreños de la cuenca del Navia, donde trabajó como arqueóloga y topógrafa.

En la actualidad, reside en Taramundi, donde tiene previsto hacerse cargo de las actividades arqueológicas que se desarrollarán en el castro una vez que la Consejería de Cultura expida el permiso de excavación, necesario para iniciar la campaña.

La arqueóloga, que es autora, entre otras publicaciones, del libro «Cerámica romana de paredes finas de época julio-claudia en el campamento de la legio VI victrix. Estudio preliminar de los materiales procedentes del polígono de La Palomera» (León), es buena conocedora de los yacimientos del occidente asturiano, lo que le ha facilitado el camino para desarrollar el estudio con el que consiguió el premio de la Fundación de la Montaña Asturiana.

Dotado con seis mil euros, el premio será entregado el próximo sábado, 6 de agosto, en la sala Álvaro Delgado, en Luarca. El jurado que otorgó el galardón, presidido por el ex presidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil Rubio, acordó incluir en el acta la felicitación expresa a la autora del trabajo por su excelente calidad.

La Fundación de la Montaña Asturiana fue creada en 2005 con carácter cultural y con el objeto de favorecer y promover los estudios históricos, étnicos, zoológicos, botánicos, económicos, agrícolas y ganaderos de las zonas de montaña de Asturias.

Dentro de su plan de actividades para 2011 destaca un estudio de la toponimia de una zona de la montaña del occidente asturiano. También entre sus objetivos figura la reintroducción de la cabra pirenaica Schinz, denominada en asturiano «muellu».