El mundo está revuelto. Hay varios agitadores, pero ninguno como Moody's y Standard & Poor's. Una de dos o están pagando todos los patos sin tener nada que ver en la mitad de las bandadas o sus amenazas son las que ponen a temblar a todos. Lo que se sabe es que hay «indignados» en España, en Israel, los hay en varios países árabes y ahora hay un doloroso enfrentamiento racial en Londres. Hay un enorme jaleo en todo el mundo. Cierto es que estas señoras o estos señores, Moody's y Standard & Poor's, no pueden generar toda la mala leche del planeta; pero no es menos cierto que tienen una gran capacidad para generar grandes dosis de cabreo y disgusto. Ahora le pusieron la zancadilla a Estados Unidos y a sus dineros. Y tocarle la pasta a EE UU es muy peligroso. Yo, que los «amigos» Standard y Poor's, empezaría a mirar para atrás no vaya a ser que les caiga una colleja por mal comportamiento. Aunque estos muchachos son los enchufados de la clase y con ésos se suele levantar el castigo. Algo bueno hay en todo esto: empezamos a saber quiénes son los mercados.