Oviedo, C. MARINA

El ovetense Javier Escobar, jefe de producción del teatro Real, falleció ayer en Madrid, a los 61 años, tras una larga enfermedad. Escobar ha sido uno de los pilares esenciales en la configuración del teatro madrileño desde su reinauguración hace más de una década. Al frente de su equipo dio estabilidad a un coliseo que partió casi de cero y que encontró en profesionales de su valía la continuidad que no propiciaron los constantes cambios políticos en las gerencias y dirección artística.

Desde su cargo, se convirtió en el motor del teatro, en la persona que sacó adelante la ejecución de las sucesivas temporadas contribuyendo a que todo funcionase de manera impecable desde el primer momento. Fue un fantástico conocedor del mundo de la ópera, desde los grandes divos a todos aquellos que intervienen en la compleja maquinaria que es, en líneas generales, un teatro de ópera.

Licenciado en Química, Javier Escobar inició en Oviedo, su ciudad natal, su trayectoria profesional como profesor de Matemáticas en la Escuela de Magisterio Padre Enrique de Ossó. En 1991 se trasladó a Madrid y comenzó a trabajar como asistente del maestro Antoni Ros Marbà en la preparación del nuevo teatro de ópera de la capital de España. También poco después realizó una intensa trayectoria como jefe de producción de grandes espectáculos operísticos realizados en numerosas ciudades europeas. Posteriormente regresó al Real de la mano de Juan Cambreleng en la gerencia y con la dirección artística de Juan Antonio García Navarro, como jefe de producción, cargo que ocupó hasta la actualidad.

Antes de iniciar su vida profesional en la capital de España, Javier Escobar perteneció al Coro Universitario de Oviedo y después trabajó en la English National Opera. Después de su estancia con Ros Marbá se encargó de un «Turandot» en el Festival de Sagunto y colaboró con los teatros de la primera temporada del principal de Valencia. También colaboró en la producción de las funciones de «Aida» y «Nabucco», llevadas a cabo en Bruselas, Múnich, Amsterdam, Madrid y Barcelona.

Con su muerte desaparece un profesional cuya máxima como jefe de producción del coliseo madrileño fue siempre apoyar y proyectar a los nuevos valores del arte.

Hasta el tanatorio de la M-30 de Madrid, adonde fueron trasladados los restos de Escobar, se acercaron ayer representantes del mundo de la ópera, de los principales teatros españoles, teatro Real, Ópera de Oviedo y teatro Arriaga de Bilbao, entre otros. También quisieron dar su último adiós al fallecido cantantes y directores de escena como Giancarlo del Mónaco y la ex directora del teatro Calderón de Valladolid Mercedes Guillamont, entre otros.

Fueron muchas las personas que se acercaron al tanatorio para acompañar a familiares y amigos en este doloroso momento. También se recibieron numerosas muestras de condolencia de artistas y cantantes de la talla de Teresa Berganza, Nuria Espert, Gerardo Vera y Plácido Domingo, entre otros.

Javier Escobar será incinerado hoy en Madrid para, con posterioridad, trasladar sus cenizas al cementerio de Figueras (Castropol).