Los "oxy shots", un juego de palabras en inglés que se vendría a traducir como "chupitos de oxígeno", son la última y peligrosa moda en Mallorca y consisten en inhalar alcohol a través de un tubo por el módico precio de 4 euros, práctica a la que el Govern balear ha puesto hoy freno cuestionando su salubridad.

Se venden en varias discotecas y bares de la zona turística de Magaluf, tradicional destino de jóvenes británicos que pasan unos días en la isla concentrados en la playa y la fiesta, pero sus distribuidores no avisan de que su consumo podría ser perjudicial para la salud.

En uno de los bares explican que este tipo de "tragos" se empiezan a ofrecer diariamente a partir de las diez o las once de la noche, a medida que la jornada se va animando, y siempre en las terrazas y en barras aparte. "Casi todos los bares de la calle lo ofrecen desde hace ya tres o cuatro años", explica un camarero de la famosa Punta Ballena de Magaluf.

Según muestran varios vídeos que se pueden consultar en internet, el consumo se realiza mediante un aparato que convierte con la ayuda de oxígeno en gas el alcohol, contenido en una especie de tubos de ensayo en forma de cócteles de diversos colores y sabores.

Uno de los camareros explica que hay dos sistemas en función de cómo se impulse el "shot": en uno de ellos se utilizan pequeñas botellas de aire comprimido y en el otro es una botella de oxígeno la que mezcla el líquido que debe ser "aspirado" a través de una boquilla.

Una página de Facebook que anima a su consumo, "OXY Shots Magaluf", explica que hay seis sabores diferentes: vodka de fresa, vodka caramelo, manzana agria, tequila, "after shock" y absenta, y añade que el precio por cada "shot" (trago o chupito) es de cuatro euros.

"El oxígeno llega hasta el alcohol, donde comienza a producir burbujas y origina la evaporación del gas. Esto te permite inhalar los vapores de alcohol, que llegan hasta tus pulmones y de ahí a tu sistema sanguíneo", explica la página de la red social.

A pesar de las alertas sanitarias, en ella se llega a asegurar que uno se emborracha el doble de rápido de esta manera e incluso promete que no deja resaca al día siguiente.

El creador de esta página afirma que estos chupitos se venden en hasta ocho bares y discotecas de Magaluf, seis de las cuales han visto clausurados los puestos de distribución por parte del Govern balear.

La intención de las autoridades sanitarias es determinar el origen del alcohol y si se hace un uso inadecuado del material que se utiliza para convertirlo en gas, ya que es, según el Govern, de uso exclusivo sanitario y bajo prescripción médica.

Además, Salud Pública ha detectado una falta total de higiene de los filtros por los que se inhala el producto y añade que no se informa a los consumidores sobre sus riesgos para la salud.