Oviedo, Raquel DÍAZ

Dos jóvenes de 18 años murieron el pasado fin de semana en una fiesta «rave» de Getafe. Causa del fallecimiento: consumo de alcohol y estramonio, una planta muy venenosa con importantes efectos alucinógenos.

El estramonio que mató a estos chicos se utilizaba en otro tiempo para intoxicar a las brujas. La ingesta de la planta, en pequeñas dosis, conlleva taquicardias y dilatación de las pupilas, que pueden generar a su vez visión borrosa y dificultad al andar. En el caso de que su consumo se produzca en dosis más elevadas, puede provocar alucinaciones y agitación, pudiendo llegar a producir un coma o la muerte.

Según una portavoz de Energy Control, un proyecto de la Asociación Bienestar y Desarrollo, el consumo de estramonio entre los jóvenes es algo «excepcional». La pareja que regaló el brebaje, a base de semillas que introdujeron en una botella de plástico de medio litro, a los dos jóvenes fallecidos fue detenida hace unos días. Según fuentes policiales, su intención era dar a conocer los efectos de la planta, prácticamente desconocida, y «hacerse un hueco en el mercado de la droga». El Ayuntamiento de Getafe ha dado orden de eliminar todas las plantas de estramonio presentes en el municipio.

El estramonio no es la única planta utilizada para estos fines. El opio y la belladona se consumen como drogas, y en muchos foros de internet se pueden encontrar sencillas recetas para hacer mezclas con este tipo de plantas alucinógenas.

En Baleares también han tenido que tomar medidas. Miles de turistas llegan a diario a Mallorca e Ibiza -también hay viajes de fin de semana- con el objetivo de disfrutar de la noche y la fiesta, que este verano han traído una novedad: los «oxy shots» o lo que es lo mismo, inhalar alcohol a través de un tubo. El objetivo de esta práctica es emborracharse rápido y barato. La inhalación reduce el tiempo desde la ingesta a la embriaguez. Consiste en aspirar mediante una boquilla oxígeno que ha pasado a través de una bebida. El gas arrastra el alcohol, que de esta manera consigue llegar antes al cerebro. Existe una amplia variedad de sabores entre los que los clientes pueden elegir y destacan, entre ellos, el vodka de fresa, el tequila o la absenta, todos por un precio de entre cuatro y diez euros.

La Dirección General de Salud Pública y Consumo inmovilizó seis de los aparatos que suministran los chupitos de alcohol inhalado de la zona turística de Magaluf, en Mallorca, después de que las autoridades sanitarias hubieran lanzado una alerta sobre el consumo de este producto, tras detectar una falta total de higiene de los filtros por los que se inhala.

Pero los «oxy shots» y la ingesta de estramonio no son la única práctica peligrosa en las noches y días de fiesta. Beber por los ojos es otra de las modas que nació en los Estados Unidos y se está instalando en algunos países de Europa con gran éxito. Comenzó en los campus estadounidenses y, en las redes sociales, se dice que «potencia mucho más el efecto de la bebida». Los adeptos a esta práctica sostienen que el alcohol pasa más fácilmente a través de la membrana mucosa y entra en el torrente sanguíneo directamente a través de las venas en la parte posterior del ojo.

Los expertos advierten que verter bebidas en el ojo con una alta graduación, como el vodka, puede causar inflamaciones y coagulación de los vasos sanguíneos, de tal forma que, aparte de poner injustificadamente su salud en peligro, el ojo absorbe poco líquido. Además, recuerdan que, a diferencia del estómago, los ojos no tienen un revestimiento gastrointestinal para protegerse. Todavía es una práctica minoritaria, pero que cada vez tiene mayor difusión. En Youtube se pueden ver mas de 800 vídeos donde chicos y chicas vierten alcohol sobre sus ojos. Además, este nuevo método recibe elogios desde páginas de Facebook, que cuentan con un gran número de seguidores.

Otro de los más extravagantes y peligrosos métodos para lograr alcanzar rápidamente un estado de ebriedad es el «tampón de vodka». También se ha hecho famoso en los Estados Unidos, donde se conoce como «slimming», y ahora arrasa entre las jóvenes de Alemania. Consiste en usar tampones empapados en vodka, que producen embriaguez y ahorran el embarazoso problema de volver a casa y apestar a alcohol. Es una práctica famosa en internet, y en las redes sociales las adolescentes la recomiendan para que «tus padres no te pillen».

Los médicos aseguran que es falsa la creencia de que el «tampón de vodka» agilice el proceso de embriaguez y advierten a los jóvenes, sobre todo a las chicas, de que el alcohol puede dañar sus paredes vaginales y aumentar el riesgo de infecciones. La práctica no exime a los chicos, ya que también se ha detectado el uso de este método entre los varones, que se introducirían el tampón por vía anal.

Todas estas prácticas tienen unos indicadores comunes: gastar poco, maximizar los efectos de las drogas -legales e ilegales- e ir un poco más allá que el resto.